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Día Mundial del Reciclaje: IMEKO, una empresa que reutiliza los filtros de las colillas para convertirlos en materia prima sustentable

En nuestra sección de entrevistas destacamos la labor de esta Empresa de Base Científico-Tecnológica (EBCT) de la Región de Valparaíso.

Este 17 de mayo celebramos el Día Mundial del Reciclaje, instancia promovida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y que busca concientizar a las comunidades sobre la importancia del tratamiento de residuos de manera adecuada, la reutilización de materiales y el cuidado al medioambiente.

Bajo esta línea es que como Nodo CIV-VAL queremos destacar el trabajo de IMEKO, empresa de base científico-tecnológica de la Región de Valparaíso que reutiliza el plástico de las colillas de cigarrillos y los convierte en materia prima sustentable para su reincorporación en la economía de los materiales plásticos. 

Una de sus fundadoras, Jennifer Araya, nos cuenta sobre esta iniciativa, sus inicios y cuál es su proyección a largo plazo:

¿Cómo nació esta iniciativa y cuáles han sido sus principales desafíos?

IMEKO nació en 2018 al ver la enorme cantidad de colillas de cigarro en el medio ambiente, que, si bien parece ser un residuo inofensivo, retiene miles de compuestos tóxicos y además su filtro, está hecho de acetato de celulosa, un plástico que no se biodegrada y que con el tiempo va liberando microplásticos al medio ambiente y los metales pesados, nicotina y otros residuos que inicialmente retenían.

IMEKO tenía como propósito recuperar el acetato de celulosa de alta calidad, y para esto trabajamos durante 6 años para lograrlo, pero no ha sido el único desafío. Uno de los desafíos que encontramos en nuestros inicios fue la recolección de colillas, y para esto diseñamos un servicio de reciclaje a nivel nacional, con contenedores especialmente diseñados para ello, reciclaje periódico e informes de impacto ambiental, a la fecha tenemos una red de más de 200 clientes.

Sin embargo, seguimos trabajando constantemente para educar a la comunidad sobre la problemática. Dar a conocer que la colilla de cigarro es un residuo tremendamente perjudicial para el medio ambiente y a la vez tratar de erradicar el hábito muy arraigado en los fumadores de botar la colilla al suelo. Dar la relevancia que merece a la problemática es crucial para que se puedan luego recolectar, procesar y transformar en algo que los consumidores valoren, no solo por el material de alta calidad, sino por la historia que permite contar de innovación, sustentabilidad y segundas oportunidades.

Jennifer Araya, fundadora de IMEKO.

¿Qué impacto ambiental han medido hasta ahora, y cuál es la métrica que más les enorgullece?

Desde el inicio de nuestro proyecto, hemos logrado reciclar millones de colillas de cigarro. No solo nos hemos dedicado a retirarlas del medio ambiente, sino también a generar un impacto ambiental positivo y medible.

La colilla de cigarro es un residuo muy contaminante, en su interior retienen más de 7.000 sustancias tóxicas, y al entrar en contacto con el agua una sola de ellas puede contaminar hasta 50 litros. Gracias al reciclaje, hemos protegido más de 96.000 m³ de agua de la contaminación causada por este residuo, además que con nuestra tecnología hemos podido eliminar toda la toxicidad retenida en el filtro de la colilla y recuperar íntegramente el plástico del cual está compuesto—acetato de celulosa; un proceso que no solo evita la contaminación, sino que además reduce en un 36% la huella de carbono en comparación con el uso de acetato de celulosa virgen.

¿Cuál es su visión a 10 años? ¿IMEKO se proyecta como una empresa solo de reciclaje de colillas, o hay planes para abordar otros residuos?

En el mediano plazo, tenemos planes de llevar nuestra tecnología no solo a otros países a través de Celion, nuestro producto final, sino también a través del reciclaje de colillas en diferentes lugares del mundo, dado que esta problemática es global.

IMEKO nació por las colillas de cigarro, pero más allá de eso, para reciclar aquellos residuos que no son reciclables, pero que, a través de la ciencia, en especial la química, si pueden volver a tener una nueva vida útil. Hemos incursionado en otros materiales plásticos que actualmente no son reciclables y tenemos certeza de que nuestra tecnología es capaz de generar la economía circular de otros residuos que actualmente son considerados basura.

¿Qué les dirían a otros emprendedores que están tratando de resolver problemas ambientales?

A quienes tienen una idea que crean que puede generar un impacto positivo en el medio ambiente porque soluciona una problemática real, les recomendaría que se atrevan a llevarla a cabo, que busquen apoyo en las diferentes organizaciones tanto públicas como privadas que puedan brindar redes para desarrollar sus modelos de negocios, mentorías y financiamiento, y que aprovechen instancias para conectarse con organizaciones que puedan tener interés en validarlas e implementarlas.

Fotografías gentileza de IMEKO