Por: Marcelo Olivares Arenas, Director del Laboratorio Natural Océano Centro Norte y Director Instituto de Políticas Públicas, Universidad Católica del Norte, Coquimbo; y Dra. Verónica Molina Trincado, Directora Alterna del Nodo Laboratorio Natural Océano Centro Norte y Directora Hub Ambiental, Universidad de Playa Ancha, Valparaíso.
El planeta es azul por estar cubierto principalmente por el océano, el cual produce la mitad del oxígeno en la Tierra. Chile con su gran costa, cubre en el Pacífico una de las mayores extensiones latitudinales de jurisdicción nacional del mundo, además de albergar condiciones únicas para el desarrollo de la vida marina y de actividades económicas, culturales, ancestrales y turístico-recreativas.
En un contexto donde existe y se proyecta un acelerado uso del espacio marino-costero, y nos enfrentamos a los cambios que se registran en el océano, estrechar lazos entre el conocimiento, la ciudadanía y los tomadores de decisiones, en distintos niveles, es fundamental para habilitar un desarrollo más sostenible en el Mar de Chile, que contribuya al bienestar nacional, pero también a la salud de los ecosistemas y de las personas que viven de, en y con el océano.
Sin embargo, esto no ocurrirá de manera espontánea y se requiere fortalecer la presencia, la colaboración y el impacto de las actividades y los desarrollos científico tecnológicos en los territorios.
En este sentido, el trabajo de un grupo de universidades y centros de investigación de la zona centro norte de nuestro país, organizadas en el Nodo Laboratorio Natural Océano Centro Norte, financiado por ANID, ha identificado como elementos clave para avanzar en esa dirección, y hacia una política de laboratorios naturales: la promoción de interacciones y redes entre actores, la vinculación de desafíos globales y locales, el acercamiento del conocimiento a las comunidades de manera más permanente, la identificación de problemas y necesidades en el territorio, y el establecimiento de mecanismos para incidir localmente en las metas y la asignación de recursos destinados a I+D+i.
Mientras el país se proyecta como líder, con una ambiciosa y merecida candidatura de Valparaíso a transformarse en la primera ciudad del Sur Global en albergar una Secretaría Técnica de Naciones Unidas (en el marco del Acuerdo BBNJ), resulta fundamental la proyección y articulación de los desafíos científicos y tecnológicos del país en el océano y sus territorios, con su conectividad y proyección internacional, en un escenario de triple crisis donde el planeta necesita con urgencia un fortalecimiento de las capacidades de los países del hemisferio sur en la ciencia y otros asuntos oceánicos.