Te invitamos a completar el formulario abierto al final de la noticia.
El Nodo CIV-VAL te invita a ser parte de su red de conexión ingresando tus datos en el Formulario. Construiremos un registro de las actorías de la Macrozona Centro (MZC) que participan en actividades que impulsa y/o colabora el Nodo CIV-VAL, para promover la vinculación entre las instituciones del ecosistema CTCI.
“Nuestra labor como Nodo es promover el desarrollo de la CTCI en la Macrozona Centro y a la vez acelerar su impacto. Y sabemos que uno de los factores que permite aquello es propiciar la articulación de las diversas actorías de este ecosistema, potenciando su densidad, pero también la fuerza de sus vínculos. Si bien hemos avanzado en esto desde la creación y colaboración en instancias de participación, pensamos que hay una masa crítica latente que necesita ser reconocida y valorada. Y pensamos que el Formulario de Conexión nos permitirá captar las necesidades espontáneas de actores que por distintas razones no han logrado generar una conexión efectiva en el ecosistema”, comentó Juan Aguilera, encargado de indicadores del Nodo CIV-VAL.
“La base y cimiento de nuestra misión se centra en la generación y fortalecimiento de redes sociales, es decir, vinculaciones entre actorías. Y eso es lo que distintos organismos e instituciones están implementando, metodologías de vinculación a modo de Café del Mundo. Es por eso, que para continuar con nuestras actividades de conexión, nos complace informar que hemos dispuesto un formulario virtual para que puedan conectar con nosotros junto sus requerimientos y así llegar con mayor pertinencia a los territorios. Esperamos pueda ser una herramienta de utilidad ¡les invitamos a hacerse parte!”
Con masiva participación de distintos actores del territorio regional, el encuentro abordó el uso de prácticas sostenibles como herramienta para avanzar hacia suelos sanos y fértiles.
Por Danny Ramírez, Centro Ceres.
En un esfuerzo mancomunado entre Centro Ceres y el Programa Transforma Fruticultura Sustentable (PERFRUTS) de la Región de Valparaíso, se llevó a cabo el Seminario Gobernanza y gestión sostenible de suelos para agroecosistemas resilientes al cambio climático”. Una iniciativa apoyada por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) y que deviene de una propuesta para difundir experiencias exitosas e innovadoras en el manejo sostenible de los suelos.
Carlos Huenchuleo, director ejecutivo de Centro Ceres de la PUCV, se refirió a la jornada con cifras exitosas en materia de convocatoria, teniendo una alta participación de distintos actores del agro, académicos, estudiantes y agricultores. El profesional rescató el mensaje entregado por las y los expositores, resaltando “los instrumentos y mecanismos disponibles para mejorar la gobernanza y el buen manejo del suelo; y las experiencias compartidas en Granja Crisol, como un insumo que permitirá orientar las políticas públicas acorde a las realidades del territorio”.
Para nadie es ajeno que la Región de Valparaíso ha sido enormemente afectada por variaciones climáticas durante los últimos 30 años, habiendo transformaciones importantes en la vegetación nativa, los cuerpos de agua y los cultivos; lo que además se relaciona con las catástrofes naturales, específicamente, la sequía. A esto se suman los cambios de uso de suelo, a causa del crecimiento de las ciudades hacia terrenos con alta capacidad silvoagropecuaria por construcciones inmobiliarias altamente rentables; trasladando en dicha dinámica la producción agrícola hacia las zonas naturales. Una situación que pone en peligro los paisajes naturales, sus ecosistemas y los ciclos hidrológicos.
Dado este escenario, la Mesa Regional de Sustentabilidad de la Región de Valparaíso, liderada por la Secretaría Ministerial (Seremi) de Agricultura, y que está conformada por distintas entidades del agro, entre ellas, INDAP, INIA, SAG, CNR, CONAF, INFOR, FIA; además de estar presente el Gobierno Regional, Centro Regional Ceres, PUCV, Nodo CIV-VAL y PERFRUTS; se propuso la promoción de actividades que tuvieran como objetivo la sostenibilidad de la agricultura. Una misión que no tardó en dar resultados y que, bajo la figura de seminario internacional, congregó a distintos expositores a conversar sobre gobernanza, innovaciones tecnológicas, y mecanismos para el intercambio de conocimiento.
“El primer trabajo que se decidió en esta mesa fue este espacio de difusión sobre la importancia que tenía la gobernanza y el cuidado del suelo; con la idea de proponer el intercambio de conocimiento, recibir retroalimentación y comunicar qué se está haciendo”, sostuvo el Seremi de Agricultura en la Región de Valparaíso, Sergio Salvador.
En sus palabras, la autoridad relevó la importancia del suelo “como patrimonio agroalimentario, ya que es uno de los reservorios con mayor contenido de carbono orgánico”. Además de recalcar que, a través de diversos instrumentos de fomento, “está la intención de protegerlo y resguardarlo, no sólo conservarlo, sino también repararlo mediante una agricultura regenerativa, de prácticas sustentables; con el apoyo de las comunidades”.
Luego de evaluar el escenario mundial, buscando mejores prácticas para el manejo de los suelos el gerente de PERFRUTS, Kurt Neuling, aseguró: “Hoy tuvimos una gran oportunidad, de conocer experiencias de gobernanza de suelos. Tenemos que aprender cómo guiamos nuestras políticas públicas en esa misma línea y siempre con el ánimo de la competitividad y la sostenibilidad del sector y del planeta. Es importante contrastar qué estamos haciendo y por eso este seminario tuvo un marco teórico y otro práctico, para conocer en terreno cómo hacer las cosas de mejor manera con nuestros suelos, con las buenas prácticas y en materia de gobernanza”.
Espacio congregó a distintas organizaciones e instituciones relacionadas al área de las ciencias, cultura e innovación de la Región de Valparaíso.
Este 27 de agosto se desarrolló la segunda sesión de la Mesa Científico Cultural de Valparaíso, instancia organizada por el Centro de Extensión del Ministerio de las Culturas y las Artes (Centex), el Laboratorio de Nanobiomateriales de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM) y apoyada metodológicamente por el Nodo CIV-VAL.
Esta instancia de diálogo y colaboración tuvo como principales objetivos iniciar la definición de objetivos y visiones a futuro de esta mesa, trabajo que inició en la primera sesión desarrollada el 17 de junio de este año.
“Estamos muy felices con la asistencia e integración de nuevos miembros a este espacio, de manera no menor comenzamos con la bienvenida del Seremi CTCI Rodrigo, de manera que es un gran apoyo para continuar tensando esta vinculación ciencia, artes y culturas. La conversación del día de hoy nos permitió visualizar acciones de interés para esta misma mesa, con el propósito de impactar positivamente en el acercamiento de estas dos áreas desde una gestión planificada”, comentó Kinga Halmai, coordinadora del Nodo CIV-VAL.
Por su parte, Danae Barría, encargada de Comunicaciones del Laboratorio Nanobiomateriales, aportó que: “Como Laboratorio de Nanobiomateriales UTFSM estamos muy felices de poder incentivar, junto a Centex y a Nodo CIV-VAL esta instancia reflexiva en relación a la comunicación de las ciencias, las artes y las culturas. En este segundo encuentro, se sumaron nuev@s actores y también se modificó la metodología de trabajo, lo que propició un nutritivo intercambio de ideas respecto al objetivo de la mesa y a su futuro. Recién estamos iniciando lo que esperamos sea un largo camino común de trabajo colaborativo, y por ende, estamos muy entusiasmadas por continuar articulando este espacio que pensamos puede ayudar a aunar energías, estrategias comunicativas y metodologías creativas”.
Encuentro congregó a diferentes actores, tanto de instituciones públicas, privadas y academia.
El pasado viernes 09 de agosto, en el edificio ex Bolsa de Valores, perteneciente a la Universidad Técnica Federico Santa María (UTFSM) se desarrolló la sesión presencial, correspondiente a la Macrozona Centro, del proceso participativo “Chile Mira su CTCI”, instancia organizada por el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación y apoyada por el Nodo CIV-VAL y la Secretaria Regional Ministerial de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la macrozona.
En el encuentro participaron más de 40 personas relacionadas al sector público y privado, académica e investigación de las regiones de Coquimbo y Valparaíso: “Es sumamente relevante poder unir y congregar a los distintos actores vinculados a la Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI) de la Macrozona Centro. La participación de estos actores permite dar una mirada más acabada de las capacidades que existen en las regiones de Coquimbo y Valparaíso y cuáles son los desafíos que enfrentamos. Esperamos que el resultado de este trabajo contribuya en la elaboración de la Estrategia Nacional de CTCI, así como también el trabajo que se está desarrollando a nivel regional ante este ámbito” comentó Macarena Rosenkranz, directora ejecutiva del Nodo CIV-VAL y directora de Innovación de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV).
Por su parte, Rodrigo González, Seremi de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de las regiones de Valparaíso y Coquimbo, aportó que: “Este tipo de actividades e instancias generan una mirada a largo plazo para el país y para las regiones. La integración de las ciencias y tecnologías en los distintos estratos y niveles del Estado y de las instituciones es fundamental para que se entienda que la planificación va más allá de un periodo particular. El mandato presidencial es que llevemos este tipo de políticas a un nivel más macro, un nivel más de Estado y este tipo de instancias nos ayudan a hacer un levantamiento de propuestas concretas que signifiquen avances sustantivos para el desarrollo de la ciencia, la región y el país”.
Apreciación de los participantes:
Javier Álvarez, director de Investigación y Postgrado de la Universidad Central Sede Coquimbo: “El encuentro fue extremadamente provechoso, con una mirada hacia el futuro donde se plantearon problemáticas de lo que significa realmente la descentralización. Una mirada de macrozona unida, desde mi punto de vista es lo que más destaca. Concebir que en el futuro, a 20 años, pueden ser muchos para los avances tecnológicos y científico que podemos ver pero que pueden ser muy pocos para consolidar políticamente la estructura descentralizada que queremos. Creo que en todas las mesas llegamos a conclusiones unificadas de lo que deseamos de aquí en adelante a nivel de CTCI, sustentabilidad, colaboración, una mirada sostenible considerando los actores medioambientales, sociales y políticos”.
Andrea Muñoz, gestora de proyectos del CREAS: “Creo que la experiencia de participar en este proceso ha sido realmente enriquecedor, tanto las sesiones Online como la instancia presencial, permitiéndonos sumergirnos, a quienes día a día estamos vinculados de distintas formas de ecosistema, en un diálogo profundo y constructivo sobre el estado actual y el futuro de la CTCI en nuestro territorio. Las sesiones Online fueron fundamentales para conocer las diferentes realidades regionales, pudiendo comprender mejor los distintos desafíos y oportunidades que enfrenta la CTCI a lo largo de todo Chile. En cuanto a la instancia presencial, este fue un espacio ideal para reflexionar sobre cómo podemos trabajar de manera colaborativa para fortalecer nuestros ecosistemas y contribuir al desarrollo sostenible de nuestras regiones”.
Janine Morales, coordinadora de Transferencia Tecnológica del Centro Interdisciplinario De Neurociencia de Valparaíso (CINV): “Estamos muy felices y satisfechos de haber sido parte del proceso “Chile mira su CTCI Macrozona Centro”. Valoramos enormemente el espacio brindado para vincularnos con los diferentes representantes del ecosistema del territorio y también la posibilidad de aportar con nuestra voz al planteamiento de los lineamientos del Desarrollo Sostenible de nuestro país.
Te invitamos a revisar los avances realizados hasta el momento en la página web del Consejo CTCI.
Nuevo Seremi tendrá a su cargo las regiones de Valparaíso y Coquimbo.
Hoy jueves asumió como Seremi de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de las regiones de Valparaíso y Coquimbo, Rodrigo González Rebeco.
El nuevo seremi de la Macrozona Centro es Biólogo Marino titulado de la Universidad de Valparaíso, con amplia experiencia en trabajo territorial con comunidades, planes de vigilancia ambiental y líneas base. Ha desarrollado su quehacer científico a lo largo de toda la costa del país, principalmente en monitoreo ambiental en empresas regionales y nacionales.
También ha complementado su desarrollo con labores de asesoría legislativa, ambiental y territorial en el Poder Legislativo. Posee amplia experiencia en trabajo territorial y vinculación con actores regionales.
Recientemente, se ha desempeñado en el trabajo de campo y la toma de muestras como especialista en muestreo senior en todo Chile, caracterizando flora, fauna, instrumentación científica, protocolos y procedimientos de toma de muestras.
El evento permitió generar un espacio de encuentro entre representantes del sector público, privado, academia y de centros de investigación del país.
Desde el 23 al 24 de julio, el Campus Guayacán de la Universidad Católica del Norte (UCN) Sede Coquimbo, fue el escenario del Encuentro “Chile y sus Laboratorios Naturales”, evento organizado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) en colaboración con el Nodo Laboratorio Natural Océano Centro-Norte, y con el apoyo de la Secretaría Regional Ministerial de Ciencia, Tecnología e Innovación para la macrozona centro.
El evento comenzó con el Seminario “Ciencia y Conocimientos en el Océano Centro Norte”, donde investigadores e investigadoras del Nodo Océano, expusieron sobre diversas singularidades naturales en torno al océano y la relevancia de la información generada por la academia para la formulación de políticas públicas. El Dr. Marcel Ramos Quezada, profesor asociado a la Facultad de Ciencias del Mar de la UCN, destacó la importancia de conectar la ciencia con las decisiones comunitarias y políticas, enfatizando en la necesidad de escuchar las demandas del territorio.
Por su parte, el Secretario de Investigación de la UCN Sede Coquimbo, Dr. Wolfgang Stotz Uslar, destacó el desarrollo de este encuentro territorial para la universidad. “Tenemos dos nodos en los que participamos, y lo relevante de esto es que busca un trabajo colaborativo entre los científicos, lo cual es impulsado por la ANID. Es bueno que esta agencia que financia la ciencia nos visite, conozca la universidad, las ventajas comparativas que tenemos, y las oportunidades de trabajo de investigación”, señaló.
TALLER MULTISECTORIAL
El encuentro también incluyó el Taller Multisectorial “Laboratorio Natural Océano Centro Norte y el rol del Nodo”. Este taller, según explicó el director del Nodo Laboratorio Natural Océano Centro Norte, Marcelo Olivares Arenas, permitió profundizar en la definición de laboratorios naturales, además de identificar el rol del Nodo Océano en este contexto y explorar las oportunidades de colaboración, para articular mejor el ecosistema de ciencia y tecnología y fortalecer su impacto en torno a la zona costera entre Atacama y Valparaíso.
Catalina Ponce Concha, profesional de políticas públicas de la Seremi de Ciencia y Tecnología Conocimiento e Innovación de la Macrozona Centro, se refirió al rol articulador del Nodo y su trabajo en conjunto con universidades, Seremi y Ministerio, destacando que “el trabajo en conjunto puede hacer más fructíferos estos procesos, tanto en las políticas públicas como los avances que tiene el ministerio y el gobierno”.
VISITA A SITIOS DE INTERÉS
En una segunda jornada, el encuentro se trasladó a Tongoy, donde se visitó la Estación Oceanográfica CEAZA – OSTIMAR, guiada por profesionales del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA), quienes dieron a conocer su funcionamiento e importancia para la entrega de datos relevantes, tanto para la ciencia, como para la actividad productiva del sector.
IMPACTO Y PERSPECTIVAS
Al finalizar el encuentro, se realizó un recorrido por el humedal El Culebrón a cargo de las y los monitores ambientales del Programa de Emergencia de Empleo de CONAF. También se realizó una exposición de profesionales del Ceaza, quienes dieron a conocer el valor socio-ecológico de este sitio, además de los diversos desafíos que enfrenta.
Andrea Cibotti Ortíz, Jefa de Departamento de Vinculación y Redes, de la Subdirección de Redes, Estrategia y Conocimientos de ANID, recalcó la importancia de visitar el territorio y conocer en primera persona las diversas problemáticas y necesidades para la generación de instrumentos con mayor pertinencia territorial.
“Desde ANID, nuestra labor es fortalecer el ecosistema de ciencia y tecnología e innovación y con esa misión. Visitar los territorios y conocer de primera fuente las problemáticas, necesidades o brechas que levantan los mismos investigadores y comunidades que están vinculadas a ciertos proyectos de investigación, es muy importante porque con esa perspectiva y conocimiento podemos diseñar instrumentos que tengan más pertinencia territorial, así que para nosotros es muy beneficioso venir a la zona”, señaló la Jefa de Departamento de Vinculación y Redes, de la Subdirección de Redes, Estrategia y Conocimientos de ANID.
Cabe destacar que el Nodo Océano es liderado por la Universidad Católica del Norte (UCN), a través de su Instituto de Políticas Públicas y la Facultad de Ciencias del Mar UCN, junto con la Universidad de Playa Ancha (UPLA), Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Universidad de Valparaíso (UV), Universidad de Atacama (UDA), el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA) y la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile (CONAPACH).
El próximo 17 de julio se desarrollará la cuarta sesión, la cual contará con la participación de diferentes actorías relacionadas al ecosistema de la CTCI del país.
En el marco del proceso participativo “Chile mira su CTCI”, instancia promovida por el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación para el Desarrollo, el Nodo CIV-VAL presentó los datos relevantes establecidos en su diagnóstico macrozonal, con enfoque en la sostenibilidad, y las principales acciones que están desarrollando desde la Seremia de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI) de la Macrozona Centro.
Dentro de los temas abordados en la presentación, realizada por la directora ejecutiva del Nodo CIV-VAL, Macarena Rosenkranz y la coordinadora del Nodo, Kinga Halmai, se destacó el análisis del ecosistema de la macrozona y sus principales desafíos, y el rol de CTCI para el desarrollo sostenible. Dicho análisis fue abordado desde los resultados obtenidos del Reporte del Nodo CIV-VAL (2022), disponible en nuestro sitio web, y los avances detectados a partir del trabajo realizado por la Seremia CTCI en las regiones de Coquimbo y Valparaíso.
“Como Nodo nos honra profundamente ser considerados por el Consejo Nacional CTCI para referenciar la realidad territorial en materia CTCI. Participar activamente del programa que lidera el Consejo, nos permite priorizar las necesidades y capacidades CTCI de manera descentralizada para que puedan ser consideradas en la próxima Estrategia CTCI Nacional con miras a 2026. Dentro de los siguientes pasos, nos encontramos convocando e invitando a nuestras redes aliadas a que nos acompañen presencialmente en la sesión a desarrollar en Valparaíso durante el mes de agosto”, comentó Kinga Halmai, coordinadora del Nodo CIV-VAL
En marzo de 2023, el MinCiencia, ANID e Itrend hicieron un llamado al mundo científico para que ayudara a resolver el desastre provocado por los incendios ese verano. El resultado son estos doce proyectos de investigación que dejarán instalada capacidad para enfrentar los desafíos futuros.
El humo de los incendios afecta no solo a las uvas, también al vino que se produce con ellas y por eso un centro de investigación realizará análisis químicos y sensoriales en busca de una medida de referencia que permita definir el nivel de afectación. Existen microorganismos autóctonos de nuestros bosques que son capaces de restaurar el suelo quemado más rápido, por lo que otros investigadores crearán unos biokits que contengan hongos y bacterias beneficiosos para insertarlos en esas zonas dañadas. Otro grupo instalará cámaras en lugares estratégicos de los bosques para que funcionen como redes neuronales que con inteligencia artificial podrán detectar incendios y dar las alertas necesarias para evitar su propagación.
Estos son solos algunos ejemplos de los 12 proyectos que se adjudicaron el concurso “Desafíos para la recuperación post-incendios 2023” con los que el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (MinCiencia) junto a la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) desarrollaron para unir las necesidades de los territorios afectados por la catástrofe con las universidades y centros de investigación que pueden contribuir a prevenir y remediar estos eventos.
En el verano de 2023, las regiones del Ñuble, del Biobío y La Araucanía fueron afectadas por más de 200 incendios que terminaron con la vida de 26 personas. Considerando solo hasta el 6 de marzo de ese año, en total se afectaron 368.948 hectáreas en 68 comunas de estas tres regiones; 3.218 hogares se vieron damnificados, 11.656 productores silvoagropecuarios reportan daños en sus predios. Servicios sanitarios rurales y puentes perjudicados, casi seis mil hectáreas de cultivos afectados; 1.894 bodegas y 735 invernaderos destruidos.
Una semana antes de este conteo, el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, ya había realizado la primera sesión de una mesa de trabajo cuya misión era conectar necesidades de los territorios afectados con expertos especialistas. Con estas mesas el MinCiencia creó un marco de coordinación para plantear las necesidades que nacían desde los actores de las regiones afectadas por los incendios forestales con la oferta que podían entregar diferentes centros de investigación para acercarse a una solución tecnológica o de procesamiento de datos. La subsecretaria Carolina Gainza estuvo a cargo de la secretaría ejecutiva de esa mesa de trabajo, mientras la secretaría técnica estuvo a cargo de Itrend, el Instituto Tecnológico Público para Resiliencia ante Desastres mandatado por el Estado de Chile y financiado por Corfo.
En junio y julio de ese año se realizaron talleres regionales con una metodología específica, que permitió el levantamiento de problemas de interés público. Participaron actores representantes de la industria forestal, el Estado y la sociedad civil para definir problemas y formular preguntas que serían abordadas mediante investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) ¿Quiénes participaron? Representantes de las seremi de Ciencia, los ministerios de Energía, Medio Ambiente y Agricultura; funcionarios regionales de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), municipios, gobiernos regionales, entre otros. Más tarde, se sumaron talleres con investigadores y académicos.
Para la subsecretaria del MinCiencia, Carolina Gainza, iniciativas como estas visibilizan la capacidad que tiene el país de investigar, de generar conocimiento aplicable para la prevención de los incendios forestales, su control, análisis desde distintas variables del fenómeno, y también para la recuperación post-incendio. “Todo el trabajo que hicimos en regiones, con los investigadores y los afectados se concretó en este concurso. Pusimos a disposición la investigación que se hace en el país para estos desastres socioambientales. Felicito a quienes se adjudicaron estos doce proyectos, ellos aportarán a la investigación y a las políticas públicas que podemos desarrollar para prevenir y gestionar los desastres socioambientales”, insistió.
Alejandra Pizarro, directora nacional de ANID, destacó el trabajo realizado por los equipos en la generación de este concurso especial. “Como equipo hemos tenido la capacidad de poder tomar esta política pública y esta invitación que nos hizo el Ministerio para construir un instrumento e implementarlo para que fuera postulado. Lo hicimos también con el COVID-19 hace unos años cuando también pusimos a disposición algunos instrumentos que permitieron hacer investigación. Hoy podemos ver que nuestra comunidad científica tuvo la capacidad, el empuje y el proceso creativo e innovador para generar muy buenas propuestas que fueron evaluadas por el Comité y que hoy día estamos conociendo y estamos disponibilizando para participar en esta investigación”, expresó.
Los talleres regionales realizados permitieron establecer las brechas en I+D+i en base a las cuales se elaboraron tres desafíos a resolver por los grupos de investigación: (1) información para la gestión del riesgo de incendios forestales, (2) efectos de los incendios forestales en los ecosistemas; y (3) las consecuencias de los incendios forestales en los territorios.
El MinCiencia solicitó a la ANID la creación de un nuevo instrumento para financiar proyectos de investigación científica, tecnológica, de innovación y/o desarrollo, que contribuyan a diseñar e implementar respuestas basadas en I+D a los desafíos para la recuperación post-incendios forestales desde las dimensiones de prevención, mitigación, respuesta y recuperación. Se recibieron 30 postulaciones, todas admisibles. De ellas, 12 fueron adjudicadas: dos para el desafío 1; ocho para el desafío 2 y dos para el desafío 3. En total, 720 millones de pesos serán entregados para investigación.
Para el primer desafío (Información para la gestión del riesgo de incendios forestales) el Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) se encargará de construir una “plataforma inteligente para la gestión comunitaria en la prevención y control de incendios extremos” sobre todo en interfaces urbanas-rurales y además se implementará como sistema de manejo de combustible en Chile, Portugal y Cataluña. Jaime Carrasco, director de este proyecto, destacó la mirada multicriterio. “Nuestra solución se basa en la simulación espacial de incendios forestales. Simularemos miles con distintas condiciones meteorológicas para capturar esa incertidumbre con distintas velocidades y dirección de viento, humedad relativa del aire. Simularemos también el comportamiento del fuego en distintos tipos de vegetación. Además, cuando se propaga el fuego, bajo ciertas condiciones afecta de manera diferente el hábitat de la fauna o servicios ecosistémicos que son clave para nuestra supervivencia. Por eso trabajamos meteorólogos, ecólogos, e ingenieros forestales”.
El segundo proyecto ganador del desafío 1 es el desarrollado por el Centro Nacional de Inteligencia Artificial (CENIA) y consiste en un enfoque pionero que combina Inteligencia Artificial (IA) y visión por computadora ubicadas estratégicamente en torres de vigilancia, una herramienta que fusiones tecnología, experiencia humana y recursos naturales porque con los datos atmosféricos y topográficos se podrá detectar fuego de manera temprana, alertas que se enviarán en directo a una plataforma de visualización que estará en manos de CONAF. Para Valentín Barriere, director de este proyecto las cámaras funcionan como un modelo de redes neuronales implementado en un mini computador, integrando videos con datos atmosféricos y topográficos para detectar incendios en tiempo real, lo que facilita mucho la contención del fuego. La propuesta se diferencia por su adaptación al contexto chileno, y el compromiso con el código abierto facilitando el acceso y la replicabilidad, además la infraestructura hardware es barata, prometiendo resultados a nivel nacional”.
Uno de los ocho proyectos que se presentaron como solución al segundo desafío (“Efectos de los incendios forestales en los ecosistemas”) fue adjudicado a la Universidad de Chile quien asociada con la CONAF trabajarán en un método para la generación de pautas y oportunidades espacio temporales de intervención para la vegetación combustible, en el Centro-Sur del país. En otras palabras, estudiarán el ciclo biológico anual de las plantas y los cambios que tengan en cuanto a la humedad de las mismas, junto al análisis de variables climáticas, fotoperíodo y modelos basados en temperatura. Su hipótesis es que la condición estacional de la vegetación, especialmente la relacionada con la humedad es un buen predictor de la propagación del fuego. El investigador responsable, Miguel Castillo, director Laboratorio de Incendios Forestales de la Universidad de Chile, detalla que debido al cambio climático, los efectos acumulados de la sequía, el cambio en el uso del suelo y su territorio, las formas de tratamientos de la vegetación y la estacionalidad con variable fenológica, es necesario actualizar esta modelación, utilizando ahora nuevas técnicas e instrumentos que apoyen el estudio más detallado de la vegetación combustible y así apoyar las tareas de prevención, planes preventivos comunitarios y programas locales de Manejo del Fuego.
La Universidad Católica de la Santísima Concepción, junto a otras nueve instituciones asociadas (nacionales y extranjeras), se adjudicó otro proyecto para el desafío 2, uno que combina estrategias innovadoras, así como tecnologías y procedimientos analíticos de vanguardia con el fin de desarrollar una comprensión predictiva del impacto del fuego en la materia orgánica del suelo y la dinámica de los nutrientes del mismo. “Nuestro grupo tiene amplia experiencia en el desarrollo y uso de herramientas de movilización innovadoras que evalúan escenarios de gestión FireSmart para proponer paisajes resilientes al fuego. Esperamos que nuestro trabajo contribuya a mejorar la situación ambiental generada por los incendios forestales en Chile y contribuya y ayude a mejorar la calidad de vida de las personas”, señaló el director del proyecto, Dr. Gustavo Saiz.
La Universidad Técnica Federico Santa María, también se propuso trabajar en el desafío 2 y para ello plantea un proyecto interdisciplinario que combina la ingeniería, química y microbiología del suelo para desarrollar un bioformulado a base de microorganismos nativos beneficiosos (bacterias y hongos nativos que puedan recolonizar rápidamente los suelos dañados). El objetivo es mitigar la erosión y promover la restauración de ecosistemas forestales incendiados. La investigadora del Centro de Biotecnología y directora de este proyecto, Marcela Carvajal, destacó que el bioproducto que laborarán está basado en comunidades microbiológicas aisladas de la zona de estudio y con ellos acelerarán los procesos de restauración de suelos incendiados y así podrán mitigar la erosión y favorecer las actividades de reforestación.
Crear un prototipo tecnológico para la evaluación de impactos, priorización y restauración de ecosistemas afectados por incendios forestales, es la propuesta del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB). Este proyecto tiene como objetivo desarrollar e implementar un prototipo científico-tecnológico llamado PrioRest que en su primera fase abordará los impactos en la vegetación, las invasiones biológicas, el suelo y el agua, e incorporará los objetos de conservación bioculturales identificados por los actores locales. Luego, en una segunda etapa se enfocará en resolver brechas de información y adaptar las recomendaciones de restauración mediante metodologías de coproducción de conocimiento. La directora de este proyecto, Susana Paula Juliá, destacó que el proyecto será llevado a cabo por un equipo de investigación internacional, liderado por el IEB, y en estrecha colaboración con la Corporación Nacional Forestal (CONAF). “La herramienta será desarrollada para su aplicación en las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía, donde se quemaron 355.677 ha de vegetación durante los incendios 2022- 2023. En la segunda etapa, el pilotaje se realizará en Nacimiento, donde los incendios de esa fatídica temporada afectaron al 54% de la superficie comuna”.
Las plantas nativas con fines de restauración en las zonas afectadas por los incendios es el objetivo del proyecto que se adjudicó la Universidad de la Frontera. Para ello proponen diseñar una estrategia de fortalecimiento de plantas nativas mediante el uso de aplicaciones eco-biotecnológicas innovadoras, como la producción de microbiomas y plántulas mejoradas para así superar los deficientes resultados en la fase de establecimiento en suelos quemados y obtener mayores tasas de supervivencia y crecimiento de estas especies nativas. Además, se propone el desarrollo de esquemas de plantación innovadores que consideren estas interacciones microbianas y la adaptabilidad de las especies nativas en ecosistemas quemados. “Después de un incendio es muy difícil la adaptabilidad de las especies nativas en ecosistemas quemados y que las plantas tengan un buen desarrollo en estas condiciones de suelo, porque faltan nutrientes y microorganismos claves, por falta de humedad y porque las condiciones han cambiado drásticamente. Entonces, este proyecto busca generar microbiomas, es decir, un consorcio de microorganismos del suelo nativo que puedan ser transferidos a las plantas en su etapa de desarrollo inicial”, señala el director del proyecto de la UFRO, Dr. Andrés Fuentes.
La propuesta de la Universidad Adventista de Chile se centra en el diseño y evaluación de prototipos y kit sostenibles de cianobacterias (bacterias con clorofila que hacen fotosíntesis) capaces de formar biocostras sobre el suelo de la región de Ñuble para la prevención, mitigación y recuperación de los suelos quemados. El proyecto incluye evaluaciones técnico-económicas, estándares internacionales y colaboración nacional e internacional. Yessica Rivas, directora de esta iniciativa explicó que los kit iniciadores se basan en un consorcio de “cianobacterias autóctonas seleccionadas y cultivadas capaces de iniciar la formación de biocostras las cuales actúan agregando las partículas del suelo formando una pequeña capa viva sobre el suelo después de un evento, por ejemplo, de un incendio forestal”.
La Universidad de O’Higgins apostó por recuperar los servicios ecosistémicos desde el suelo a paisajes multifuncionales. En simple, crearán un prototipo de evaluación multiescala para la toma de decisiones interdisciplinarias post-incendios forestales, recuperando los servicios ecosistémicos desde el suelo a paisajes multifuncionales. La idea es evaluar los efectos post-incendios a diferentes escalas e incluir en la toma de decisiones a la academia y a los actores involucrados, destacando como uno de sus objetivos generar un marco de trabajo intersectorial que permita la planificación e implementación de acciones de protección del suelo y la vegetación junto con la restauración del paisaje. “Nuestro proyecto tiene como finalidad testear un proceso de evaluación temprana de los efectos de los incendios forestales a diferentes escalas. Trabajamos desde una aproximación interdisciplinaria integrando la ecología del paisaje, de bosque y suelos, junto con un trabajo con actores locales y tomadores de decisiones. Buscamos generar un marco de trabajo colaborativo basado en el diagnóstico rápido post-incendio para facilitar la planificación, identificación e implementación de acciones a corto plazo de protección del suelo y vegetación y apuntar hacia la restauración de paisajes resilientes”, indicó la directora del proyecto, Claudia Rojas.
¿Cómo cambia el uso del suelo y la recuperación del bosque nativo después de los incendios en la Región del Ñuble? Esa es la pregunta que guía la investigación de la Universidad de Valparaíso. “Planset”, es una plataforma para combatir incendios forestales en la región de Ñuble que permitirá visualizar geoespacialmente registros históricos de la frecuencia, intensidad y magnitud de los incendios y la influencia que estos han tenido en el uso de suelo y la recuperación de los bosques nativos en la zona. Carmen Gloria Ossa, directora del proyecto, indicó que “el objetivo es utilizar la información satelital para evaluar qué sucedió con los bosques incendiados en los últimos 30 años en la zona; si volvieron a ser bosque, si se convirtieron en plantación de pino o agrícola, o si es que se urbanizó el terreno o quedó suelo pelado. Dicha información contribuirá a proyectar qué zonas son más susceptibles al incendio y la consecuencia en los suelos”.
Para el desafío 3 (Consecuencias de los incendios forestales en los territorios), dos fueron los centros que se adjudicaron proyectos. La Fundación UC Davis Chile – Life Sciences Innovation Center, desarrollarán una herramienta químico sensorial predictiva que evaluará el impacto del humo de los incendios forestales en las uvas y el vino. El proyecto busca establecer concentraciones de referencia de compuestos fenólicos en uvas expuestas y no expuestas al humo, realizar análisis químicos y sensoriales, y desarrollar una herramienta que integre ambos análisis. Álvaro Castro, director alterno de este proyecto señaló que “los incendios forestales y las quemas controladas exponen a los viñedos y uvas al humo afectando la calidad del vino y generando daños a la reputación de los productos y pérdidas económicas a los productores del Valle del Itata”.
El segundo proyecto que se dedicará al desafío 3 es de la Universidad de Concepción y busca crear un portafolio de soluciones para fortalecer la resiliencia de las áreas urbanas frente a incendios forestales. Primero se evaluará la resiliencia a nivel comunal mediante un set de indicadores para identificar necesidades de acción (interfaz urbano-rural) y después, se elaborará un portafolio de acciones o soluciones factibles de implementar. Finalmente, se implementarán dos acciones del portafolio en dos comunidades seleccionadas. “El proyecto creará un portafolio de soluciones para fortalecer la resiliencia de los territorios frente a los incendios forestales, para prevenirlos y para recuperarse. Primero se hace una evaluación, un diagnóstico usando indicadores respecto a la resiliencia a nivel comunal y luego se hace una revisión de cuáles son las medidas que podrían funcionar y luego con actores clave y especialmente con comunidades se seleccionan cuáles son las que podrían ser más idóneas y más precisas para el problema territorial de cada comunidad”, indicó el director de esta iniciativa Francisco Melgarejo.
Comunicado: Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación.
Centro Ceres, institución socia al Nodo, también es parte de esta iniciativa.
Este jueves 27 de junio el Nodo CIV-VAL fue parte de la firma de resolución la Mesa de Sustentabilidad, espacio liderado por el Seremi de Agricultura de la Región de Valparaíso y que tiene como objetivo promover la incorporación de prácticas y decisiones sustentables en el sector silvoagropecuario de la región, con énfasis en la AFC, incorporando como ejes: lo social, lo ambiental y lo económico.
Dentro de la instituciones asociadas a esta mesa se encuentran: el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), Corporación Nacional Forestal (CONAF) , el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), la Comisión Nacional de Riego, la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), el Instituto de Desarrollo Forestal, el Centro de Información de Recursos Naturales, el Centro Ceres, el Nodo CIV-VAL y Perfruts.
Constitución de la Mesa de Sustentabilidad
Como parte del contexto a la constitución de este espacio, en el marco de la Firma de Resolución, se realizó una charla sobre los principales conceptos de sustentabilidad, realizada por el ingeniero agrónomo e investigador del INIA La Cruz, Aart Osman.
Posterior a esta instancia, el Seremi de Agricultura de la Región de Valparaíso, Sergio Salvador, efectuó el hito de firma de resolución, instancia donde además se mostraron los objetivos, tanto generales como específicos, de esta mesa.
Para finalizar, se dio un espacio para que los miembros de esta mesa comentarán sus expectativas, visiones y alcances de la mesa.
“Nos enorgullece haber sido parte de las conversaciones iniciales de esta instancia y que se haya tomado el liderazgo desde el ministerio para formalizar este necesario espacio. Estaremos colaborando con los hitos propuestos en el cronograma, los cuales se transformarán en importantes productos para la Región de Valparaíso”, aportó Kinga Halmai, coordinadora del Nodo CIV-VAL.
Diversas actorías, tanto de instituciones de Educación Superior y organismos públicos, participaron del encuentro.
El pasado 17 de junio se realizó la primera sesión de la Mesa Científico-Cultural de Valparaíso, instancia organizada por el Centro de Extensión del Ministerio de las Culturas y las Artes (Centex) y Laboratorio de Nanobiomateriales de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM).
Este encuentro, que tuvo como objetivo principal levantar propuestas para potenciar la comunicación científica entre diferentes actores del ecosistema de la ciencia y la cultura en la Región de Valparaíso, contó con la participación del: equipo del Centex, el Nodo CIV-VAL, el Laboratorio de Nanobiomateriales, la Dirección de Creación de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), el equipo de la Seremi de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Macrozona Centro, el equipo del InES de Género de la USM, Difusión Cultural USM, Hub Ambiental – UPLA, CCTVal USM.
Durante la jornada, los y las invitadas participaron de una instancia metodológica, liderada por el equipo del Nodo CIV-VAL, orientada a conocer cuáles son las principales necesidades del área, en qué podrían aportar a esta mesa y cómo esta mesa puede contribuir al ecosistema de la cultura y las ciencias en la Región de Valparaíso.
Kinga Halmai, coordinadora del Nodo CIV-VAL aportó que: “Nos complace enormemente colaborar nuevamente con Centex en una acción conjunta de gran interés y valor para nuestros objetivos mutuos. En esta ocasión logrando conectar con Nanobio, laboratorio adjunto a nuestra institución asociada, la Universidad Técnica Federico Santa María. Esta primera sesión de mesa científico cultural plasmó las curiosidades de distintas actorías, junto a sus motivaciones por fortalecer acciones asociativas en dos áreas poco conectadas, siendo las ciencias y las culturas. Estaremos acompañando el desarrollo de esta mesa desde metodologías que faciliten la conversación y creación de valor a este gran espacio.
“La Primera Mesa Científico-Cultural nace desde el interés del Centex por agrupar distintas actorías, con las cuales realizamos acciones durante el 2023, relacionadas a la ciencia, en donde detectamos que puede haber una relación interesante entre ambos mundos (ciencia y cultura), entendiendo que lo cultural y artístico puede funcionar como una herramienta para la divulgación de la ciencia. Por otro lado, las ciencias sociales aplicadas a la cultura han hecho un gran favor al desarrollo de las políticas públicas por lo que nos parecía oportuno juntarnos y ver la posibilidad de generar acciones conjuntas”, comentó Manuel Guerra, encargado del Centro de Extensión de la Subsecretaría de las Culturas y las Artes.
Por su parte Danae Barría, encargada de Comunicaciones del Laboratorio de Nanobiomateriales UTFSM concluyó que: “Estamos muy felices por cómo se desarrolló este primer encuentro, para lo cual fue clave el apoyo del Nodo CIV-VAL. Así mismo, nos entusiasma el poder retomar el trabajo junto a Centex en torno a las ciencias y las culturas, pero esta vez dirigido más específicamente hacia la comunicación científica. En la jornada emergieron diversas aristas de un mismo “paraguas” que queremos ir construyendo colaborativamente. Conformar una red de trabajo efectiva e interdisciplinar con una visión a largo plazo en la Región de Valparaíso es por ahora uno de los puntos centrales. Agradecemos a todas las personas e instituciones que participaron y esperamos generar una convocatoria mayor en las próximas sesiones”.