Con el objetivo de identificar los desafíos y posibles acciones que darán orientación estratégica a la hoja de ruta que generará el Nodo CIV-VAL en torno a las tres temáticas que fueron identificadas como prioritarias en la Macrozona Centro, se realizará una serie de talleres virtuales enfocados en Alimentos, Biodiversidad y Recursos hídricos.
La actividad, que se llevará a cabo a través de Zoom, está enfocada a investigadores, académicos y representantes de la academia y el sector público y privado de las regiones de Valparaíso y Coquimbo, y tiene como objetivo definir en conjunto los problemas y futuras acciones en cada una de estas áreas.
18 y 25 de agosto
11:00 – 13:00 hrs.
19 y 26 de agosto
11:00 – 13:00 hrs.
02 y 09 de septiembre
11:00 – 13:00 hrs.
La sala de Zoom será dividida en grupos de trabajo, a modo de generar un diálogo participativo entre los asistentes, quienes tendrán la oportunidad de compartir su opinión y ayudarnos a co-construir la hoja de ruta del Nodo CIV-VAL.
Inscripciones AQUÍ.
La Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, ANID, ha establecido dentro de sus prioridades apoyar iniciativas que orienten las acciones a seguir en la implementación de la investigación científica en Laboratorios Naturales de manera armónica con los actores que conviven en estos territorios, considerando aquellos factores que apoyan el desarrollo de la actividad científica en ellos y los efectos e impactos que dicha actividad les impone. Una de dichas iniciativas será la de Nodos para el Desarrollo en Investigación de Laboratorios Naturales la cual se implementa a través de este concurso.
Propósito del concurso
Fomentar el desarrollo de Laboratorios Naturales del país, a través de proyectos ejecutados de manera colaborativa entre actores del ecosistema de la Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, con foco en el fortalecimiento de la actividad científica, y en el desarrollo económico y social de los territorios.
Este concurso busca financiar un proyecto en cada una de las siguientes macrocategorías:
En el formulario de postulación deberá indicar la macrocategoría a la cual postula.
Duración del instrumento
El plazo total de duración del proyecto no podrá superar 12 meses contados a partir de la fecha de la resolución aprobatoria del convenio respectivo.
Monto a financiar
El financiamiento entregado a cada proyecto que resulte adjudicado será de un máximo de $130.000.000 (ciento treinta millones de pesos) en pesos chilenos no reajustables, el que será entregado en una sola cuota de acuerdo con el respectivo Convenio. No obstante, este presupuesto estará sujeto a la disponibilidad presupuestaria de ANID y podrá ser modificado, en base a los resultados del proceso de evaluación y adjudicación de este concurso.
Resultados Esperados
Los proyectos deberán alcanzar los siguientes resultados:
Revisa toda la información AQUÍ.
COLUMNA DE OPINIÓN
“Entre los resultados obtenidos, podemos constatar que, en las dunas de Concón, la expansión urbana ha provocado un fuerte impacto en los ambientes naturales. El boom inmobiliario que se observa a simple vista en la zona es un ejemplo de las prolíficas relaciones entre el mercado y el desarrollo urbano de las costas y que se encuentran en todo el mundo”.
Por Hermann Manríquez Tirado, académico e investigador del Instituto de Geografía PUCV.
En la planicie litoral de la comuna costera de Concón en la Región de Valparaíso, encontramos un conjunto de dunas relictas de diferente edad y que se encuentran totalmente desconectadas de cualquier fuente de abastecimiento, conformando un ecosistema único, pero que, lamentablemente, se encuentra en permanente amenaza debido a la expansión de la urbanización, la intensificación de la deflación eólica, la pérdida de la vegetación natural y los desequilibrios de las formas dunarias, producto del excesivo tránsito de personas y vehículos.
Esto no debería extrañarnos, ya que las costas del mundo han experimentado profundas alteraciones desde mediados del siglo pasado, debido a una acelerada instalación de actividades y cambios de usos del suelo, principalmente de tipo urbano e industrial, facilitadas por políticas nacionales y regulaciones locales que se caracterizan por su escaso interés ambiental.
En el caso particular de Concón, nos encontramos con uno de los sistemas más relevantes de la comuna en términos ambientales, ya que presenta una alta biodiversidad, que incluye 250 especies de flora y fauna sobre las dunas, un sistema biofísico con una historia geológica y geomorfológica única de la costa de la zona central de Chile. Cabe destacar que en esta zona también se presentan amenazas climáticas ligadas a incendios o remociones en masa, que se añaden a la permanente erosión eólica propia de su dinámica natural, pero intensificada debido a la acción humana.
En este contexto y a partir de un enfoque biogeomorfológico, hemos estudiado la dinámica del viento como un agente geomorfológico a través de los desplazamientos de arena y como éste participa en conjunto con los procesos biológicos, que permiten la instalación y desarrollo de plantas, en la generación de formas particulares en las costas, específicamente, en las dunas.
Entre los resultados obtenidos, podemos constatar que, en las dunas de Concón, la expansión urbana ha provocado un fuerte impacto en los ambientes naturales. El boom inmobiliario que se observa a simple vista en la zona es un ejemplo de las prolíficas relaciones entre el mercado y el desarrollo urbano de las costas y que se encuentran en todo el mundo.
La evidencia científica nos muestra cómo este desarrollo urbano continuo y paralelo a la línea de costa, ha significado la pérdida de espacios de significativa importancia ambiental, como humedales, quebradas y dunas. Estas últimas, poseen gran dinámica y morfología que cambian en días o incluso minutos, constituyéndose en espacios de libertad que merecen ser conservados. Paradójico resulta que, en este espacio de dunas colgadas, solo una pequeña parte se encuentra con el status de santuario, que le otorga un leve y frágil velo de protección.
Lamentablemente, el sector inmobiliario que al parecer solo ve arena, desconoce que junto a las bellas y sinuosas formas que ellas construyen, existe una vegetación que es resultado de dinámicas lentas y complejas, que evolucionaron en conjunto con el clima, el oleaje, las corrientes litorales y los ríos y esteros de la zona. En este punto, podría haber aprovechado de una forma sustentable el conocimiento de sus dinámicas y de su valor científico y patrimonial, lo que hasta ahora no ha ocurrido.
Por ello, es relevante que las autoridades, los empresarios, la sociedad civil y los especialistas de las universidades, trabajen en conjunto para generar una comprensión más acabada del valor patrimonial y ambiental de las dunas. De esta manera, podríamos avanzar hacia un desarrollo urbano sustentablemente planificado, que protegiera jurídicamente los ambientes naturales y que fomentara un reconocimiento social y ambiental de zonas como ésta, que nos permitiría comprender y conocer bajo criterios didácticos y educativos, el valor, esfuerzo y tiempo que le significó a la naturaleza el diseño y la construcción de estos espacios.
La Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, ANID, a través de la Subdirección de Proyectos de Investigación, invita a inscribirse para participar de una actividad informativa sobre el Concurso Fondecyt de Postdoctorado 2022, que se realizará el miércoles 4 de agosto, a las 10:00 horas. Para sumarse a esta cita, que se realizará vía zoom, se solicita inscribirse a través del siguiente formulario.
El link de conexión se enviará a las y los inscritos, a primera hora del día del taller.
El objetivo de este concurso es estimular la productividad y liderazgo científico futuro de personas recién iniciadas en la investigación y que cuenten con grado académico de doctor (según lo previsto en el numeral 4.3 de las presentes bases), mediante la realización de proyectos de investigación con miras a su inserción laboral en el ámbito académico u otro y a su interacción y colaboración con grupos de investigación consolidados.
Revisa las bases del concurso AQUÍ.
COLUMNA DE OPINIÓN
“Necesitamos proponer un plan de desarrollo científico tecnológico y de innovación acorde, que promueva la complejización, agregación de valor y sustentabilidad a las áreas de desarrollo tradicionales de la región, así como fomentar la búsqueda de nuevas fortalezas regionales dando un giro a los desafíos propios para generar conocimiento y tecnologías con potencial valor social y comercial”.
Por Ronny Martínez, PhD, profesor asociado, Departamento de Ingeniería en Alimentos, Universidad de La Serena.
La región de Coquimbo en la actualidad se enfrenta a múltiples desafíos económicos y sociales. Su economía se basa en actividades extractivas como la minería, turismo, agroindustria y pesca de bajo procesamiento y, por ende, de bajo valor agregado, muy dependiente de factores externos como el clima, disponibilidad de agua, demanda internacional de commodities, su valor y el del dólar. Este relativamente volátil modelo económico, junto a la baja complejidad y tecnologización de la industria, sumado a los complejos tres últimos años, ha dificultado el crecimiento sostenido de la riqueza y el bienestar social en la región, con inversión y mejoramiento de infraestructura focalizado en las zonas urbanas, pero con menor crecimiento en las zonas rurales, que representan a un 18 por ciento de la población regional (aproximadamente. 152 mil personas).
Este panorama y sus desafíos nos debe motivar como sociedad a trabajar por un mayor valor agregado a las actividades económicas regionales, a través del fomento de la complejización de los procesos, incorporando mayor tecnología y capacidad humana, mejorando la inversión en infraestructura y su alcance, potenciando la industria sustentable, especialmente en actividades críticas para la región (salud, servicios, educación, turismo y desarrollo científico-tecnológico) creando un ecosistema integrado, inteligente y resiliente que sea una plataforma para el desarrollo social y personal de sus habitantes, sin importar donde vivan.
Para lograr esto, necesitamos proponer un plan de desarrollo científico tecnológico y de innovación acorde, que promueva la complejización, agregación de valor y sustentabilidad a las áreas de desarrollo tradicionales de la región, así como fomentar la búsqueda de nuevas fortalezas regionales dando un giro a los desafíos propios para generar conocimiento y tecnologías con potencial valor social y comercial, siempre coordinado con las capacidades e intereses complementarios de la región de Valparaíso, de manera de generar un polo de desarrollo sustentable en la Macrozona Centro de Chile, basado en el desarrollo de ciencia y tecnología con impacto en la sociedad.
Un ejemplo de este potencial de colaboración es la complementariedad que existe entre disciplinas tradicionales y muy fuertes de las regiones de Coquimbo y Valparaíso, como lo son las Ciencias de los Alimentos y la Ingeniería Bioquímica, respectivamente. Ambas disciplinas son de un interés estratégico para el país, ya que Chile tiene todas las condiciones para ser una potencia alimentaria, pero no lo lograremos exportando fruta fresca. Para dar este salto, necesitamos incorporar tecnologías avanzadas de bioprocesamiento y biotecnología, especialmente enfocados a rescatar biocompuestos y productos basados en estos, de materias primas especializadas y subproductos agroindustriales y pesqueros, apuntando a el establecimiento de procesos circulares en industria su economía.
Esto debe ser complementado con la formación de personas con capacidades acordes para generar investigación, productos y servicios, apuntando a resolver desafíos globales, dando respuesta a las demandas sociales y de mercado actuales y futuras, aprovechando el conocimiento del territorio, sus recursos y la sabiduría tradicional. La Macrozona Centro es rica en productos agroindustriales y pesqueros de alta calidad a nivel global, y su variada estructura cultural ofrece una interesante tradición alimentaria y culinaria.
La reciente ronda de financiamiento de la empresa chilena alimentaria “Not Company” es un vivo reflejo del potencial que existe al combinar una base tecnológica y de desarrollo con las demandas alimentarias globales, logrando una valuación de mercado por sobre mil quinientos millones de dólares.
Si pretendemos tomar esta ruta, como lo propone la iniciativa Nodo CIV-VAL, todos los actores territoriales (sociedad-gobierno-academia-industria) debemos prepararnos y disponernos a salir de nuestra zona de confort para encontrarnos y colaborar abiertamente y con confianza, además de trabajar en el establecimiento de infraestructura regional de rápida respuesta como plataforma de desarrollo de ciencia y tecnología con impacto local y para potenciar el emprendimiento de habitantes y comunidades regionales, lo que sin duda mejorará la participación ciudadana en el desarrollo regional, visibilizando así el impacto de la Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación en el territorio.
En dos reuniones, que contaron con la presencia de actores clave del territorio de las regiones de Valparaíso y Coquimbo y que contribuyeron de manera participativa a identificar brechas y propuestas de acciones, el Nodo CIV-VAL recogió valiosos insumos para lo que será el diagnóstico del desarrollo de la CTCi en la macrozona.
Con el objetivo de identificar brechas y oportunidades de articulación en el ecosistema de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Macrozona Centro, el pasado 27 y 28 de julio, el Nodo CIV-VAL realizó dos jornadas de trabajo virtual en los que participaron actores clave del territorio de las regiones de Valparaíso y Coquimbo.
Cabe recordar que la iniciativa “Articulación y consolidación del Nodo ‘CIV-VAL’ para la aceleración del impacto territorial de la CTCi en la Macrozona Centro” es financiada por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) y ejecutada por ocho instituciones de las regiones de Valparaíso y Coquimbo (PUCV, UV, UTFSM, ULS, UCN, CINV, CEAZA, CREAS), quienes se encuentran trabajando colaborativamente para identificar las brechas que han limitado el desarrollo científico en el territorio para implementar acciones piloto que las aborden.
En esta oportunidad, las jornadas de trabajo contaron con la presencia de representantes de la academia, centros de investigación, sector público y privado y la sociedad civil, quienes trabajaron en grupo, generando un diálogo participativo en torno a los siguientes ámbitos: capital humano, sector productivo, innovación CyT, investigación, vinculación con la ciudadanía, infraestructura y equipamiento, entre otros tópicos relevantes dependiendo de cada una de las regiones.
En esa línea, el director ejecutivo del Nodo CIV-VAL y director de Incubación y Negocios de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Etienne Choupay, aseguró que “se trata de una instancia honesta de trabajo para contribuir al desarrollo de la CTCi en nuestras regiones, en un marco de descentralización y con un espíritu mancomunado, entre las ocho instituciones que ejecutan esta alianza estratégica”.
También participó de esta instancia Aisén Etcheverry, directora de la ANID: “El trabajo regional, generalmente, es bien desafiante, por lo que el Nodo CIV-VAL nos da la oportunidad de fomentar la ciencia local, impulsar la vinculación con las necesidades de los territorios y utilizar el conocimiento colectivo para potenciar de manera efectiva y honesta el trabajo en regiones”, explicó.
Asimismo, Marcelo Olivares, director alterno del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Católica del Norte (UCN), sede Coquimbo, señaló que “el Nodo se aboca a un enfoque participativo, ya que muchas veces no es sencillo comprender cómo la CTCi impacta en el territorio. Por lo que la invitación es a colaborar y a coproducir esta hoja de ruta”.
De esta forma, los asistentes tuvieron la posibilidad de dialogar de manera participativa sobre las brechas del ecosistema de CTCi y proponer posibles acciones, que aportarán en el diagnóstico en el que trabaja el Nodo CIV-VAL. Para finalizar, se generó un espacio para identificar iniciativas de vinculación de actores y/o proyectos de I+D exitosas por su impacto territorial.
El área, que está ubicada en el barrio San Juan de la comuna porteña y que contiene fósiles de 10 millones de años de antigüedad, fue designada “Geositio” por la Sociedad de Geología de Chile.
Por CEAZA
Benjamín Araya, tesista de geología de la Universidad del Alba, integrante del laboratorio de Paleontología del CEAZA e iniciador de las gestiones para el reconocimiento del lugar, explica que la designación de “Geositio” para el Parque El Culebrón de Coquimbo, por parte de la Sociedad de Geología de Chile, “es una gran señal para proteger el patrimonio educativo, cultural y científico de la ciudad de Coquimbo”. Por su parte, su tutor de tesis, el Dr. Marcelo Rivadeneira, paleontólogo del CEAZA, agrega que la designación permitiría darle más fuerza y sentido a futuras medidas de uso sustentable del parque.
Araya señala que nuestro país cuenta con muchos geositios conocidos, pero la mayoría de ellos no tiene la protección necesaria. Debido a esto, la Sociedad Geológica de Chile se ha enfocado en generar un inventario a nivel nacional, para avanzar en su protección.
El lugar de 45 hectáreas, se extiende desde su ingreso en la avenida México del barrio San Juan, al costado del punto limpio de Coquimbo. Por el sur, alcanza el inicio de avenida Portugal, hasta el sector de canchas de fútbol. En el área se han encontrado vestigios de ballenas de períodos en que el mar habría cubierto el sector. Además, se ha sabido de la presencia de restos fósiles de pelagornis, pariente de los pelícanos y la única ave con proyecciones dentales de la que se tiene conocimiento.
“Reconocidos investigadores, que han aportado al conocimiento geológico del país, han estado en El Culebrón analizando los sedimentos marinos depositados hace unos 10 millones de años, como también las terrazas marinas que conforman el paisaje del Parque. Esto abre una gigantesca ventana para Coquimbo en el ámbito de las ciencias de la Tierra, y conlleva a nuevas interrogantes y atractivos científicos, registrados en los sedimentos del Parque”, detalla el también investigador asistente del Paleolab CEAZA.
Por otro lado, el Dr. Rivadeneira explica que las solicitudes de nombramiento de geositios requiere de una visación por parte de un panel de expertos que concluye tales designaciones. En ese marco, el Directorio de la Sociedad Geológica de Chile encomendó al destacado geólogo nacional Dr. Reynaldo Charrier la presentación del geositio, con aporte del investigador Diego Partarrieu.
Según explica Araya, el hecho de que al interior de Coquimbo se encuentre un geositio, implica que los mismos habitantes tienen la oportunidad de acercarse a temas relacionados con la geología y la historia natural de su zona.
“Las personas de Coquimbo tienen posibilidades para aprender desde la antigua fauna que alguna vez vivió ahí, hasta reconocer la geología del Parque y cómo interactúa con la flora y fauna actual. Dejando un claro traspaso de la experiencia a las futuras generaciones”, afirma.
Benjamín Araya, de 26 años, asegura que su motivación para gestionar la nominación del Parque El Culebrón fue el enorme valor patrimonial del lugar para la ciudad de Coquimbo, junto con ofrecer a la población la oportunidad de enriquecerse culturalmente, pese a diversas dificultades que presenta su cuidado.
“A ese patrimonio, no se le ha dado la relevancia e importancia que merece. Actualmente, las inmediaciones del Parque se encuentran con basurales, que los mismos vecinos han estado enfrentando y tratando de encontrar alguna solución”, plantea.
Araya ha sido parte del Paleolab CEAZA desde el 2019, donde -comenta- fue recibido con mucho ánimo y entusiasmo por el Dr. Rivadeneira.
“Desde entonces trabajar con Marcelo ha sido una experiencia tremenda. A pesar de la gran trayectoria que él posee, jamás ha interpuesto alguna idea suya, al contrario, ha impulsado las áreas de mi propio interés. El resultado de esto, se refleja en los dos años que llevo en el Paleolab, donde he logrado desarrollar proyectos e investigaciones de iniciativa propia, en los cuales Marcelo ha sido el motor principal y el que ha provisto las herramientas necesarias para llevarlo a cabo, como es el caso del geositio Parque El Culebrón y el proyecto Fondecyt donde soy parte de su equipo”, asevera.
Lee la nota original en CEAZA.
La actividad se realizará el próximo viernes 30 de julio a las 17:00 horas y contará con la participación de María José Vilches, especialista en restauración de islas, Island Conservation.
A través del trabajo colaborativo materializado en la Mesa de Conservación del Yunco, ave marina endémica de la corriente de Humboldt, presente en las costas de Perú y Chile, diferentes instituciones públicas, agencias estatales y organizaciones no gubernamentales, coordinadas por el Centro Científico CEAZA, trabajan para contribuir a la conservación de esta especie amenazada, abordando principalmente el peligro que representa la luz de origen artificial.
De esta forma, se busca delimitar las acciones para el rescate y liberación del ave, particularmente en la localidades de Punta de Choros, en la región de Coquimbo, —junto a Caleta Chañaral de Aceituno, Parque Nacional Llanos de Challe, Parque Nacional Isla Pan de Azúcar, en la Región Atacama—, donde se encuentran las mayores colonias reproductivas de la especie en Chile y donde se registra el mayor número de varamientos de yuncos.
Por lo mismo, el próximo viernes 30 de julio a las 17 horas se realizará la charla online “Restauración de Colonias de Yunco en Isla Chañaral”. La presentación estará a cargo de María José Vilches, especialista en restauración de islas de Island Conservation.
INSCRIPCIONES AQUÍ.
Más información sobre la conservación de esta especie en CEAZA.
El evento, organizado por la seremi de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Macrozona Centro, busca resaltar la labor de los investigadores e investigadoras de las regiones de Valparaíso y Coquimbo.
Durante el mes de julio “Panorama Científico” se llevará a cabo el martes 27 a las 17:30 horas y su foco será el objetivo de desarrollo sostenible (ODS) de Naciones Unidas, Salud y Bienestar. En esta oportunidad, la actividad será moderada por Andrea Calixto , Investigadora Centro Interdisciplinario de Neurociencia de Valparaíso (CINV) y académica de la Universidad de Valparaíso y será transmitida por el canal de YouTube de Minciencia.
Cabe mencionar que cada edición de este ciclo de webinars está enfocado en el vínculo de la ciencia regional con uno de los objetivos de desarrollo sostenible impulsados por las Naciones Unidas (ODS). Estos objetivos, también conocidos como Objetivos Mundiales, fueron adoptados por los estados miembros de Naciones Unidas el 2015 y son un llamado universal para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad para 2030.
La actividad busca dar a conocer el trabajo científico macrozonal a un público amplio, estimular la interacción multidisciplinaria y promover el conocimiento colectivo con la mirada puesta hacia una sociedad diversa e inclusiva. De esta forma, se espera contribuir a que la ciencia, la tecnología, la innovación y la generación del conocimiento se conviertan en un sello identitario de las regiones de Valparaíso y Coquimbo, y que esto, a su vez, permita la generación de un círculo virtuoso para todos los sectores de la sociedad.
Las charlas fueron postuladas a través de una convocatoria abierta, tras lo cual se seleccionaron las siguientes exposiciones.
Ecohealth: ser humano y medio ambiente desde la salud primaria , presentada por la investigadora de UCN Lizet Veliz.
La ponencia mostrará cómo la crisis sanitaria actual, transformada en crisis económica y social, producto de un virus, el COVID-19, es el resultado de la forma en cómo los seres humanos habitan, producen y consumen en un mundo los recursos naturales reducidos y vulnerables, cuyo ecosistema global ha cambiado de manera drástica en estos dos últimos siglos. Considerando estos elementos, el equipo de salud de atención primaria no debe estar ajeno a este escenario, y se requiere avanzar en el desarrollo de estrategias y acciones que permitan cuidar a los seres humanos y a la naturaleza desde una perspectiva de equidad y justicia social. La expositora es académica de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica del Norte, Doctora en enfermería y Magíster en Salud Pública. Actualmente es presidenta de la agrupación de enfermeras ecologistas de Chile y líder del grupo de trabajo Buen Convivir de ANHE Latinoamérica (Alliance of Nurses for Healthy Environments).
Condición física en la infancia como predictor de salud cardiovascular y metabólica a cargo de Johana Soto Académica de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, Doctora en Nutrición y Alimentos (U CHILE), Magíster en Entrenamiento Deportivo (U Mayor) y Profesora de Educación Física (UPLA).
Su exposición trata sobre cómo la condición física ha sido por décadas una de las variables más estudiadas en el ámbito de las ciencias de la actividad física y del deporte. Sus inicios están centrados en el análisis de la performance de deportistas. Estudios recientes han mostrado que una adecuada condición física en la infancia es un factor protector de salud actual y futura de niños, niñas y adolescentes y que puede ser modificada con estilos de vida activo, así como, disminución del comportamiento sedentario.
Tejidos con capacidades regenerativas y su uso clínico, a cargo de Sebastián San Martín.
Esta presentación se referirá al uso de células y tejidos con capacidades regenerativas han alcanzado en los últimos años un fuerte impulso y desarrollo. Ciertos tejidos considerados como desechos biológicos como son la placenta y la membrana amniótica, permiten su estudio y la posibilidad de utilizarlos en diferentes condiciones que afectan la salud humana. Promover mediante el conocimiento los fines terapéuticos de estos tejidos permitirá ampliar la donación de ellos con estos fines y ampliar nuestras capacidades de desarrollo e innovación en salud. El Dr San Martín es de profesión matrón, Doctor en Biología Celular y Tisular por la Universidad de Sao Paulo-Brasil, Profesor Titular de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso, investigador del Centro de Investigaciones Biomédicas de esta casa de estudios y Director del programa de Doctorado en Ciencias e Ingeniería para la Salud de la Universidad de Valparaíso.
Algoritmos inteligentes para radioterapia cuyo expositor será Guillermo Cabrera Ingeniero Civil Informático y Magíster en Ingeniería Industrial de la PUCV, y doctor en ciencias de la ingeniería de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda). Actualmente es Profesor Auxiliar en la Escuela de Ingeniería Informática de la PUCV.
Su charla abordará el problema de generación automática de tratamientos para el cáncer considerando múltiples criterios. En particular, se revisará la complejidad de seleccionar ángulos de radiación y cómo los algoritmos inteligentes pueden apoyar la toma de decisiones de los médicos tratantes.
La actividad, contará con la presencia de la Seremi de Ciencia de la Macrozona Centro, María José Escobar y de otras autoridades macrozonales del área de la salud, por confirmar.
COLUMNA DE OPINIÓN
A nivel nacional encontramos una fuerte disminución entre el año 1997 y 2020. Al respecto, las cifras indicaron que, en los primeros registros, en promedio cada colmena producía entre 50 y 80 kilos, disminuyendo a un rango entre 10-15 kilos en la temporada 2019-2020.
Por Dr. Ariel Muñoz, investigador y académico del Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV)
Una tesis de la estudiante de último año de Geografía PUCV, Martina Gajardo, despertó nuestro interés por estudiar cómo el cambio climático ha impactado en la producción de miel en las zonas central y sur del país. Los resultados de su trabajo, nos permitieron constatar que los apicultores de la zona central de nuestro país están implementando una serie de acciones para adaptarse y contrarrestar las pérdidas que han tenido en su producción, a causa de la megasequía que afecta hace años a esta zona.
Algunas de estas acciones están directamente vinculadas con la recuperación de la flora nativa y especies melíferas, la sanitización de colmenas y la trashumancia. En este contexto, llama la atención que los apicultores de la zona central estén trasladando sus colmenas hacia el sur en búsqueda de floraciones, lo que estaría provocando algunas complicaciones a los productores locales a raíz del aumento de la carga apícola, que se refiere a la cantidad de colmenas que pueden permanecer saludables y productivas, sin competir, en una determinada zona.
Este fue el punto de partida para un estudio interdisciplinario en que analizamos desde la perspectiva del riesgo climático, los cambios que ha tenido la producción de miel entre Valparaíso y Chiloé, el impacto que esto ha tenido en las áreas rurales y los consecuentes impactos sociales y ecológicos de esta situación.
Entre los resultados pudimos constatar una disminución en la producción de miel en Chile en los últimos 25 años, que llega a un 90% en la zona central y que sobrepasa el 50% en el sur del país, lo que se explicaría por los fuertes cambios en el clima de los últimos años, lo que ha provocado una larga sequía y un aumento de eventos extremos como olas de calor y lluvias intensas y erráticas. A esto, debemos sumar una disminuido de la oferta floral en la última década, lo que ha provocado una menor disponibilidad de néctar y polen, las principales materias primas que ocupan las abejas para producir miel.
A nivel nacional encontramos una fuerte disminución entre el año 1997 y 2020. Al respecto, las cifras indicaron que, en los primeros registros, en promedio cada colmena producía entre 50 y 80 kilos, disminuyendo a un rango entre 10-15 kilos en la temporada 2019-2020.
Si llevamos este análisis a la zona central, donde se encuentra la Región de Valparaíso, la situación es aún más dramática, pasando de una producción promedio de 30 kg por colmena en 1997 a solo 2-3 kg en la temporada 2019-2020, incluyendo casos de apicultores en que la producción fue “cero”. Esta brusca reducción explicaría el por qué los apicultores de esta zona han decidido llevar sus panales al sur. Este traslado puede también generar impactos en las colmenas trasladadas, y en los apicultores de la zona sur. Esto último debido al aumento de la carga apícola y al potencial traslado de enfermedades, causando externalidades negativas a los productores locales, como algunos de ellos señalan.
De los distintos factores que influyen en la producción de miel, las variaciones del clima son muy importantes. La sequía que efecta fuertemente la macrozona central, junto con la degradación y pérdida de vigor del bosque nativo, acompañada en muchos casos de la expansión de la agricultura, han provocado una disminución de los recursos florales de la vegetación nativa, reduciendo el alimento para las colmenas. De igual manera, existe un peligro latente para las abejas asociado al uso excesivo de agroquímicos que no solo pone en riesgo su supervivencia, sino que además favorece el desarrollo de enfermedades y expone la producción de miel a contaminación que, además de constituir un riesgo para la salud de los consumidores, puede también dificultar el acceso a mercados internacionales para los productores.
Este diagnóstico ratifica la urgencia de avanzar en la protección y restauración del bosque nativo y los recursos melíferos, así como de trabajar en adaptación del sector apícola ante los desafíos del cambio climático. Algunos aspectos fundamentales siguen siendo: Reducir las externalidades de otros rubros productivos sobre la apicultura; Avanzar en monitoreo, modelación y predicción de las condiciones de producción apícola; Avanzar en tecnologías de información ambiental y social para la adaptación al cambio climático, entre otros