Próximo encuentro se realizará el martes 06 de mayo en las dependencias del AC3E.
Este 08 de abril se desarrolló, en el Centro Avanzado de Ingeniería Eléctrica y Electrónica (AC3E) de la Universidad Técnico Federico Santa María (USM) una nueva sesión de la Red Interdisciplinaria de Ciencias y Culturas de Valparaíso, espacio que reúne a diversas actorías del sector académico, público y social, relacionadas a estas áreas.
Dentro de los temas abordados en esta oportunidad se destacó una dinámica grupal, en donde los participantes, en un lienzo de papel, debían priorizar y destacar posibles iniciativas y conceptos para el desarrollo de una actividad propiciada por la red y con orientación a la ciudadanía, con el objetivo de acercar la ciencia, la cultura y las artes a la comunidad.
“La jornada de hoy buscó propiciar el trabajo colaborativo de la Red -planificado en su Hoja de Ruta 2025- y para esto implementamos una herramienta de trabajo participativo, pensada para que las actorías presentes tuvieran un momento para discutir ideas y un espacio para generar un marco narrativo-conceptual que dé sustento a las próximas sesiones de trabajo” aportó Juan Patricio Aguilera, encargado de indicadores, monitoreo y seguimiento del Nodo CIV-VAL.
Por tu parte Danae Barría, encargada de Comunicaciones del Laboratorio Nanobiomateriales de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM), comentó que “en esta séptima sesión dimos inicio a un nuevo proceso para la red. Uno que busca aunar criterios y miradas en torno a un tema y relato común para trabajar este año. Y como provenimos de diversas áreas era necesario buscar una metodología acorde, que creo funcionó bien, ya que, desde palabras y conceptos más bien caóticos, llegamos a reflexiones y una narrativa común. Claramente nos queda mucho trabajo que hacer y decisiones que tomar, pero ya se va vislumbrando una manera de canalizar nuestras inquietudes en una (o más de una) actividad entretenida”.



Postulaciones abiertas entre el 07 de abril hasta el 05 de mayo. Los y las participantes deben cargar los archivos solicitados en las bases al formulario de postulación indicado al final de noticia.
El Nodo CIV-VAL invita a estudiantes de Instituciones de Educación Superior (IES) universidades, Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica de Pregrado y Posgrado de todas las disciplinas, a participar de la Segunda Versión del Programa “Tesis para impactar el territorio”, instancia que cuenta con apoyo financiero de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID).
El concurso busca identificar, promover y visibilizar, la articulación de proyectos de titulación de pre y postgrado enfocados en resolver necesidades, problemas o desafíos de la Macrozona Centro en las áreas de: Alimentos, Biodiversidad, Recursos Hídricos y Remediación de Suelos Contaminados por actividad minera.
Modalidades de participación y beneficios
Este concurso, al igual que su primera versión, posee dos modalidades de participación: Modalidad Titulación en Ejecución (MTE) y Modalidad Titulación Finalizada (MTF).
Principales beneficios
La modalidad de ejecución del programa tiene una duración de 3 meses desde la selección de postulantes, iniciando en mes de mayo y finalizado en agosto de 2025 y cuenta con:
– Un incentivo monetario único de $300.000 (valor bruto), para trabajo de titulación de pregrado, el que se otorgará en 1 cuota al término del programa. El pago se gestiona a través de la Boleta de Honorarios mediante entrega de avances y cumplimiento de objetivos.
– Un incentivo monetario único de $500.000 (valor bruto), para trabajo de titulación de posgrado, el que se otorgará en 1 cuota al término del programa. El pago se gestiona a través de la Boleta de Honorarios mediante entrega de avances y cumplimiento de objetivos.
– Un proceso de formación que aborda las temáticas de:
– Generar espacios de articulación para los trabajos de titulación de posgrado, con actores relevantes que apoyen a la investigación y /o su escalamiento.
– Apoyo en la difusión de resultados mediante la exposición de los trabajos seleccionados en el encuentro cumbre regional a realizarse en el mes de agosto del 2025, tanto para la región de Coquimbo, como para la región de Valparaíso.
– Diseño de un dossier que esté compuesto por las tesis seleccionadas en este programa y que será difundido a través de la página web de Nodo CIV VAL.
Recordamos que esta convocatoria es abierta y tiene como fecha de cierre de concurso el 05 de mayo a las 23:59 hrs.
Te invitamos a revisar las bases del concurso para conocer más detalles sobre el criterio de selección, documentación para postulación, entre otros aspectos relativos a la convocatoria.
Consultas sobre convocatoria: consultas@nodociv-val.cl
Descarga documentos para postulación:
Formulario Modalidad Titulación en Ejecución
Formulario Modalidad Titulación Finalizada
Carta de apoyo profesor/a guía
Dentro de la entrevista su director ejecutivo nos comenta sobre los desafíos y lineamientos del centro para este 2025.
El Centro Regional Ceres ha sido un actor clave en la promoción de la agroecología y el uso eficiente de los recursos hídricos en la Región de Valparaíso. Durante 2024, la institución llevó a cabo importantes iniciativas que marcaron hitos en la transición agroecológica y el diseño hidrológico en sistemas de secano, consolidando un modelo de gestión sustentable para la agricultura.
Ahora, en 2025, se preparan para profundizar aún más en el estudio y la aplicación de soluciones basadas en la naturaleza, con un fuerte enfoque en la conservación de la biodiversidad, la valoración de saberes tradicionales y la formación de capital humano. Su director ejecutivo, Carlos Huenchuleo nos comenta sobre los próximos lineamientos del centro y cómo han abordado los diferentes desafíos que presenta el ecosistema agrícola de la región.
Como institución, cerraron un año con dos grandes iniciativas regionales que forjaron un modelo de transición agroecológica y un diseño hidrológico para el uso eficiente del agua en secano, dos propuestas que vimos sus resultados durante 2024 ¿Qué proyecciones y desafíos tienen para este 2025?
Durante el 2025, seguiremos profundizando el estudio de soluciones basadas en la naturaleza, incluyendo prácticas de intensificación ecológica y diseños hidrológicos para contribuir a la generación de conocimientos y su transferencia a los agricultores, asesores, así como a la comunidad en general. Además, esperamos desarrollar nuevos proyectos que aborden de manera más específica algunos tópicos relevantes en agroecología como la conservación de la biodiversidad, la valoración de saberes tradicionales, así como la formación de capital humano.
Durante 2024, iniciaron en Centro Ceres la ejecución de un proyecto I+D sobre intensificación ecológica que deviene de un ejercicio de investigación que, históricamente, han desarrollado como institución: la agroecología o agricultura sustentable. Con esta nueva propuesta ¿qué buscan evaluar y cómo se diferencia de lo ya realizado por el centro?
En este proyecto, financiado por ANID, se estudiarán servicios ecosistémicos relevantes en la agricultura como el control de plagas, la polinización, la fertilidad de suelos, la oferta de agua, y la protección de la biodiversidad. Entre los aspectos novedosos de esta propuesta se encuentran el estudio integrado de estos servicios ecosistémicos en varios cultivos relevantes para la Región de Valparaíso como paltos, cítricos, tomates y repollo, entre otros, que permita desarrollar una solución tecnológica con prácticas agrícolas sostenibles. Además, estudiaremos los factores tecnológicos e institucionales que determinan la transición hacia sistemas más sostenibles.

Hemos visto el despliegue que han tenido con este proyecto a lo largo de la Cuenca del Aconcagua; ¿Cómo ha sido este desafío? ¿Cómo es posible llegar a todos estos predios e instalar estos ensayos?
A través del proyecto I+D vigente, hemos establecido 12 unidades experimentales en predios de agricultores ubicados en diferentes comunas de la cuenca del río Aconcagua en la Región de Valparaíso, tales como San Felipe, Santa María, Panquehue, Los Andes, San Esteban, Nogales, Limache, Olmué, y Quillota. Esta iniciativa ha significado un trabajo coordinado dentro del equipo Ceres y en estrecha comunicación con los agricultores, asesores técnicos y representantes de servicios públicos quienes han demostrado una muy buena disposición a colaborar.
Dicho lo anterior, ¿estos resultados serán difundidos a la comunidad? ¿Consideran jornadas de participación o extensión hacia el sector productivo?
Efectivamente los resultados de esta iniciativa del Centro Ceres serán compartidos a la comunidad, a través de talleres prácticos a agricultores y agricultoras, seminarios con asesores técnicos y representantes de servicios públicos, actividades de divulgación de la ciencia con instituciones de educación, así como participación de ferias científicas y ambientales para la comunidad en general, entre otras. En particular, tenemos planificada una serie de talleres con agricultores para compartir los resultados del proyecto I+D basal en nuestra red de Núcleos de Aprendizaje Participativos distribuidos en diferentes provincias de la Región de Valparaíso.
Dada la propuesta de investigación, es importante considerar un Plan de Vinculación con el Medio ¿Cómo lo han hecho para llevar a cabo esta iniciativa?
En el marco de nuestro proyecto de investigación hemos diseñado un plan de vinculación con el medio a nivel regional, nacional e internacional. A nivel internacional, el equipo de investigadores principales y asociados cuenta con una importante red de colaboración que se ha traducido en diversas publicaciones científicas. A nivel nacional, el Centro Ceres mantiene colaboración con diferentes Universidades y Centro de investigación, que ha permitido visibilizar nuestro trabajo en otras regiones. A nivel regional, participamos activamente en instancias como la mesa de sostenibilidad de la agricultura, el Nodo CIV-VAL, y el programa PERFrut de fruticultura sostenible, entre otros.
¿Qué novedades en materia de difusión y divulgación veremos este año desde Ceres?
En el ámbito de la difusión científica, tenemos contemplada la participación en congresos nacionales e internacionales, la implementación de cursos de postgrado para la formación de capital humano avanzado, y la ejecución de una serie de seminarios dirigidos a estudiantes de posgrado y profesionales del agro.
En cuanto a actividad de divulgación tenemos considerado la elaboración de material gráfico que ya han podido ver en nuestras redes sociales (@centroregionalceres), además de la publicación de una serie de policy briefs que compartiremos con el mundo académico y tomadores de decisión. A esto se suma, la elaboración de un podcast que irá adentrándose en la intensificación ecológica y sus distintas dimensiones mediante una entrevista con un experto o experta en la materia.
Quienes participaron de estas instancias destacaron la importancia de la colaboración para alinear estrategias y potenciar el ecosistema CTCI en la zona.
Durante la semana del 18 al 21 de marzo el equipo del Nodo CIV-VAL realizó una serie de reuniones estratégicas en la Región de Coquimbo con el objetivo de conocer los lineamientos de instituciones de la zona como lo es INIA Intihuasi y el Laboratorio Natural Océano Centro Norte, instrumento financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID).
En el caso del INIA Intihuasi, nexo que hemos ido fortaleciendo durante este 2025, pudimos conocer algunos de sus proyectos de investigación y estrategias para este periodo, pudiendo visualizar sinergias entre las acciones que desarrollará el Nodo CIV-VAL durante su cuarta etapa.
“Comprender en profundidad a los actores clave del ecosistema CTCI, como son INIA y el Laboratorio Natural, en la Región de Coquimbo es esencial para nuestro trabajo. Estas instancias nos permiten conocer de primera mano sus capacidades, desafíos y objetivos, identificando así oportunidades para generar mayor valor desde el Nodo CIV-VAL. Sin duda, estas vinculaciones han sido fundamentales y seguiremos fortaleciendo el trabajo colaborativo durante 2025. comentó Karina Salas, gestora tecnológica del Nodo CIV-VAL”
Por su parte Mario Vélez Jorquera, encargado de gestión de proyectos de INIA Intihuasi afirmó que “para nosotros como INIA, la vinculación es fundamental. O sea, poder sentarnos en una mesa y compartir lo que nosotros como investigadores hacemos y el objetivo del Nodo nos parece una oportunidad tremenda para poder llevar a cabo los desafíos que hoy como región tenemos. Entonces, en ese sentido, es súper importante poder generar estas vinculaciones y poder llevar las cosas concretas en el corto plazo”.
Trabajo colaborativo entre Nodos
El Nodo CIV-VAL y el Nodo Laboratorio Natural Océano Centro Norte son instrumentos financiados por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) y ambos tienen como propósito la articulación del ecosistema de CTCI en sus diferentes líneas de acción. Es por esto por lo que es de gran relevancia que generen espacios entre estos instrumentos para poder reflexionar, comentar y planificar acciones en conjunto que contribuyan a las diversas actorías de las regiones de Coquimbo y Valparaíso.
“Como pioneras en el llamado a la articulación para el ecosistema, debemos dar el ejemplo como proyecto, y qué mejor manera que actualizar nuestras agendas, avances de hitos y estrategias, superación de desafíos entre instrumentos Nodos. Si bien Laboratorio Natural y el Nodo Macrozonal persiguen objetivos distintos en base a la CTCI en los territorios de manera descentralizada, ambos somos iniciativas incipientes e innovadoras en el territorio que deben potenciarse mutuamente para su posicionamiento y perfeccionamiento de accionar. Lo anterior sólo es posible desde la transmisión de nuestros aprendizajes obtenidos en la ejecución y despliegue en la implementación. Para esto último no hay una receta mágica para el éxito, sobre todo si se trata de lo novedoso, de manera que la colaboración entre aliados es clave para el avance en el desarrollo de nuestras regiones de la macrozona centro”, aportó Kinga Halmai, coordinadora del Nodo CIV-VAL.
Junto a esto, Marcelo Olivares, director del Nodo Laboratorio Natural Océano Centro Norte y director del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Católica del Norte Sede Coquimbo aportó que “estas reuniones son muy fructíferas porque nos permiten entender los distintos procesos que están llevando a cabo los nodos, planificar en función a las complejidades, a los desafíos de la articulación del ecosistema CTCI y en poder afinar y desarrollar agendas comunes de trabajo entre ambos nodos”.
Reunión de trabajo colaborativo con equipo de Laboratorio Natural Océano Centro Norte:



Reunión con INIA Intihuasi



Durante la jornada se realizaron pitch de presentación de instituciones y trabajo en mesas colaborativas con temáticas de gran relevancia para el futuro de la región.
Academia, sector productivo, emprendedores, y organismos públicos y privados se dieron cita en el primer Encuentro Líderes CTCI realizado en la Región de Coquimbo y organizado por el Nodo CIV–VAL el pasado viernes 21 de marzo.
Este evento marca el inicio de una serie de actividades diseñadas para identificar desafíos en diversas áreas estratégicas, como Alimentos, Biodiversidad, Recursos Hídricos, Ciencia y Género. A través de un enfoque colaborativo, se busca explorar oportunidades y proponer soluciones desde la Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI) para la Región de Coquimbo.
Entre las autoridades regionales que participaron de este encuentro se destacó la participación de: Rodrigo González, Seremi de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Macrozona Centro; Wanda García, profesional de la Unidad de Territorios y Laboratorios Naturales de la Subdirección de Redes, Estrategia y Conocimiento de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID); Andrés Zurita, director de Corporación de Fomento de la Producción; Francisco Velasquez, jefe de la División Fomento e Industria del Gobierno Regional; Manuel Schneider, gerente de la Corporación Regional de Desarrollo Productivo (CRDP). Asimismo se contó con representantes del sector académico, emprendimiento e innovación local y sector productivo.
Macarena Rosenkranz, directora ejecutiva del Nodo CIV-VAL y directora de Innovación de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso se refirió a este encuentro, aportando que
“ha sido un exitoso Encuentro de Líderes de CTCI en la Región de Coquimbo, donde han participado activamente autoridades de la región, representantes del sector privado y también de la CTCI. En esta oportunidad tuvimos la posibilidad como Nodo de realizar un despliegue en la región, donde pudimos dar a conocer el trabajo realizado y también las próximas iniciativas que tendrán lugar tanto en las regiones de Coquimbo y Valparaíso, y cómo la articulación de la CTCI favorece a generar conocimiento que impacte en el territorio y que por supuesto sea una contribución al desarrollo económico local y nacional”.
Bajo esta misma línea, el seremi de CTCI, Rodrigo González valoró la instancia, la cual congregó a múltiples actores del ecosistema regional: “Este encuentro, organizado por el Nodo CIV-VAL, permitió poder dimensionar cuál es la capacidad que existe en la Región de Coquimbo en lo que tiene que ver con ciencia, innovación y tecnología. Esta es una región bastante productiva por el nivel de universidades que tiene, de investigación que hace y también de industrias, empresas de base científica y tecnológica que desarrollan su actividad productiva en la región. Es importante destacar que este tipo de encuentros van catalizando un ecosistema que va contribuyendo a buscar mejores soluciones para las personas, para la industria, para todo lo que tiene que ver con el Estado. Así que estamos muy contentos de poder haber participado en este encuentro que congregó a muchas personas y que también discutió sobre los temas contingentes para la región”.
Ronda de Pitch y mesas colaborativas
Uno de los objetivos principales de este encuentro fue que las diversas actorías del ecosistema de la CTCI de la Región de Coquimbo pudieran compartir, conocer sus lineamientos para este año y fortalecer los lazos.
Sobre esta premisa es que el encuentro se dividió en dos momentos cruciales: ronda de pitch y mesas colaborativas. Estas presentaciones (pitch) tuvieron como objetivo conocer su quehacer, capacidades y las principales actividades que marcarán su agenda 2025.
Quienes participaron de esta instancia fueron: Rodrigo Oros, del programa Transforma Hídrico de Coquimbo; Pilar Honorato de Bbac; Wanda García de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA); Francisco Velásquez, DIFOI GORE; Javier Julio de ASOINCO; Cristian Peña de la CRDP; Rafael Quezada de Ecovista; Víctor Múñoz del PER Fruticultura Sustentable Coquimbo; Heidi Herrera, del Ines Género de la Universidad de La Serena; Pilar Pérez, representante del Seremi de Medioambiente de la región y Marcelo Olivares, director del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Católica del Norte y director del Laboratorio Natural Océano Centro Norte.
Para finalizar la jornada se realizó un trabajo en mesas colaborativas, etapa clave para el encuentro. Estas mesas fueron divididas en temáticas relevantes para la región: Alimentos, Biodiversidad, Recursos Hídricos, Ciencia-Género y Desafíos Territoriales en CTCI.
El objetivo fue identificar y priorizar los desafíos regionales en áreas clave del Nodo generando una dinámica con el propósito de ratificar o descartar desafíos previamente identificados, agregar nuevos desafíos si es necesario y priorizarlos.
“Esta instancia ha sido muy valiosa para todos los actores que fuimos convocados y que estuvimos presentes, particularmente porque nos sentamos sobre la mesa a no tan sólo mirar un diagnóstico que ya está establecido a través de los distintos documentos regionales, sino que también a soñar y a colaborar con respecto a los desafíos que tiene nuestra linda región” comentó Wanda García, representante regional de FIA.












Por: Equipo de Comunicaciones CEAZA.
Preguntamos a especialistas del Centro Científico CEAZA sobre el pronóstico de precipitaciones para este año 2025, cómo ha cambiado el clima de la zona y cómo se proyecta hacia el futuro, como también, cuál es el rol de la ciencia ante la escasez hídrica.
¿Cuál es la situación hídrica de la Región de Coquimbo?
Claudio Vásquez, gerente corporativo del Centro Científico CEAZA: “A la fecha (marzo 2025), el promedio de agua embalsada respecto a su capacidad total en la provincia de Elqui promedia un 18,6%; en Limarí un 11.3% y en Choapa un 88,2%. Los datos reflejan que la escasez hídrica persiste, a pesar de que la mayoría de las estaciones meteorológicas de CEAZA registraron un superávit de precipitaciones durante el año 2024”
¿Qué pasa con el Fenómeno de El Niño / La Niña?
Cristian Muñoz, modelador estadístico de geociencias del CEAZA: “Actualmente estamos en una fase La Niña, esta fase se ha caracterizado por ser débil. Entonces, ocurre que se está más cerca de una fase Neutra que de una fase La Niña intensa, y como los modelos de pronóstico tienden a consensuar que continuaría el debilitamiento de la fase La Niña, entonces estimamos que lo más probable es que durante el otoño se establezca una vez más una fase Neutra del ciclo ENOS. Recién hacia la primavera podría volver una fase La Niña, o con menor probabilidad una fase El Niño”.
¿Será un año lluvioso?
Cristian Muñoz, modelador estadístico de geociencias del CEAZA: “El trimestre marzo – abril – mayo da inicio a la temporada lluviosa en la región. Aunque con diferentes niveles de incertidumbre, todos los modelos globales consensuan un inicio de temporada con precipitación bajo el rango normal para la época del año, lo que significa que debiese persistir la condición seca”.
“Los modelos climáticos indican un invierno seco, pero es necesario realizar un pronóstico con mayor precisión durante el otoño”.
Tomás Caballero, meteorólogo del Centro Científico CEAZA: “Si bien históricamente se ha asociado en Chile Central una fase El Niño con años lluviosos y una fase La Niña con años secos, durante los últimos años las investigaciones han revelado otros factores que afectan la ocurrencia y la magnitud de la precipitación en la región. Hoy en día, debido al cambio climático y a que disponemos de mayor información climatológica, sabemos que este ciclo puede interactuar con fenómenos de escala menor que dificultan la predictibilidad de sus impactos respecto a décadas anteriores”.
¿La Región de Coquimbo continuará siendo una zona con escasez hídrica?
Cristian Orrego, coordinador del área meteorológica del CEAZA: “Debido a que el cambio climático es un proceso lento, gradual e inminente y que parte de los efectos esperados en la región es la disminución de las precipitaciones se espera que el proceso de desertificación continúe.
Las sequías de corto y largo plazo también se esperan que sigan ocurriendo.Se sugiere acuñar el término “desertificación” de la región de Coquimbo, ya que el concepto sequía no abarca la magnitud, espacialidad y temporalidad de la situación climática que afecta a la región”.
¿Qué es la desertificación?
Cristian Muñoz, modelador estadístico de geociencias del CEAZA: ‘La desertificación es el proceso de degradación del suelo, debido entre otros factores a la prolongada sequía que experimenta la región como uno de los efectos del cambio climático. La desertificación se asocia a un período prolongado en donde la falta de precipitaciones es de tal nivel, que el suelo comienza a perder su calidad para ser cultivable”.
¿Cómo ha cambiado el clima en la Región de Coquimbo en las últimas décadas?
Limbert Torrez, investigador del Centro Científico CEAZA: “La Región de Coquimbo se caracteriza por ser una zona de clima semiárido y ha experimentado cambios significativos en precipitaciones y temperaturas asociadas en parte al cambio climático de origen antropogénico (provocado por el ser humano) en la última década. En este periodo se ha evidenciado una consistente disminución de la precipitación y un incremento de la temperatura, reflejados en una disminución del caudal de distintas cuencas y la disminución en la precipitación durante el periodo conocido como la mega sequía.
En términos generales, la disminución de la precipitación está asociada con patrones climáticos de gran escala, incluida la influencia del ENOS (El Niño Oscilación Sur), fuertemente correlacionado con la variabilidad de precipitaciones en la región. Además, el análisis del Índice de Precipitación Estandarizado (IPS) revela una reducción significativa de las precipitaciones en las últimas décadas”.
¿Cómo cambiará el clima en las próximas décadas? ¿Es posible proyectar la tendencia de temperatura y precipitaciones?
Dr. Limbert Torrez, investigador del Centro Científico CEAZA: “Las tendencias históricas muestran una disminución de precipitaciones en general para toda la región, además de un incremento de la temperatura en la regiones de mayor elevación, en contraste con la tendencia al enfriamiento en las regiones costeras. Estas tendencias también se pueden observar en las proyecciones climatológicas a largo plazo, que muestran en la mayoría de los modelos, una marcada disminución de la precipitación para finales de siglo además de un incremento generalizado de la temperatura.
En el contexto de escasez hídrica y cambio climático ¿Cuál es el rol de un centro científico regional como lo es el CEAZA?
Claudio Vásquez, gerente corporativo del Centro Científico CEAZA: “Durante 21 años, hemos estudiado nuestro territorio desde diversas disciplinas científicas, como la glaciología, la hidrogeología, la meteorología, la climatología y la planificación territorial. Estas investigaciones han sido fundamentales para comprender el proceso de aridización que enfrenta la Región. Sin embargo, más allá de diagnosticar la problemática, es crucial generar soluciones efectivas.
En este contexto, a través de diversos proyectos e iniciativas, hemos apostado por la implementación de tecnologías enfocadas en la eficiencia hídrica. Y a partir de este año 2025, profundizaremos en soluciones que no sólo permitan una mejor gestión del recurso hídrico, sino que también sean resilientes al cambio climático y la creciente aridización
En el Día del Agua, como centro científico queremos decir que la evidencia es clara: nuestros glaciares están en retroceso, los embalses se encuentran en una situación crítica y el desafío hídrico es cada vez mayor. No podemos postergar las acciones necesarias para lograr una gestión eficiente del agua. Es momento de actuar ahora, con estrategias concretas y sustentables”.


En esta jornada además se mostró la propuesta de Hoja de Ruta que marcará el cronograma de actividades durante este 2025.
Este martes 11 de marzo, en el Centro Integral de Atención al Estudiante de la Universidad de Valparaíso (UV), se desarrolló la sexta reunión de la Red Interdisciplinaria de Ciencias y Culturas de la Región de Valparaíso instancia que congregó a diferentes actorías del ecosistema regional y que tiene como propósito el intercambio de saberes para la investigación y/o desarrollo, junto con la implementación de actividades de difusión orientadas a las comunidades de la región.
En esta ocasión tuvimos la oportunidad de conocer el trabajo del Dr. Ignacio Negrón, investigador del Instituto de Fisiología de la Facultas de Ciencias de la UV, quien expuso sobre el quehacer de su equipo de investigación, mostrando la sinergia que existe entre la ciencia y el arte en el ámbito investigativo.
“En nuestro laboratorio investigamos las bases neurofisiológicas de las llamadas operaciones cognitivas de alto orden, como lo son el aprendizaje, la implementación de estrategias y la interacción social. Para ello registramos la actividad cerebral de sujetos ejecutando estas tareas cognitivas. Esto nos abre una ventana al interior del cerebro, para tratar de entender cómo el cerebro implementa sus funciones, algo que hasta hoy día es uno de los misterios más profundos. Esto nos deja un sinfín de datos que pueden servir de inspiración o material para desarrollar otras actividades ligadas al arte y la estética. Creo que esta Red nos brinda una excelente oportunidad de, a través de diferentes disciplinas, integrar conocimientos y perspectivas que nos ayuden a crear formas originales de exponer, mostrar y compartir el conocimiento científico con el resto de la gente. Tengo la confianza de que saldrán cosas muy interesantes desde esta Red”, afirmó Ignacio.
Por su parte Priscilla Beltrán, gestora tecnológica del Nodo CIV-VAL y participante de esta red comentó que: “la experiencia ha sido muy enriquecedora, pues hemos visto cómo el trabajo interdisciplinario comienza a tomar forma de manera más integrada y orgánica. Desde el Nodo, hemos acompañado esta iniciativa desde sus inicios, observando cómo nuevas perspectivas se han ido sumando al esfuerzo colectivo. En esta ocasión, tuvimos la oportunidad de conocer el trabajo Ignacio, un campo que desconocía totalmente y que resulta muy interesante, desde su enfoque científico, y cómo se abre a posibilidades de integración con las artes y las culturas, no desconociéndose, sino que coincidiendo en que todo ello va relacionado”.
Asimismo, Priscilla se refirió a la incorporación de nuevos miembros a esta red, aportando que “esto permite ampliar el espíritu del conocimiento y así, enriquecer el diálogo. Es especialmente motivador ver cómo se está conformando un grupo interdisciplinario con un propósito común, donde las diferentes formaciones y experiencia no solo se respetan, sino que se convierten en la clave para enriquecer el quehacer de la red”.
Junto a esto, Paula Alfaro, periodista del Centro Avanzado de Ingeniería Eléctrica y Electrónica (AC3E) de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM), nueva integrante de esta red comentó que: “Para nosotros es importante reunirnos y dialogar con organizaciones tan diversas que tienen en común el objetivo de acercar su disciplina a la sociedad. Compartir con sus representantes fue muy enriquecedor para inspirarnos, descubrir nuevas estrategias de difusión, potenciar el trabajo colectivo en la ciudad y así generar un cambio cultural que impacte en la percepción que tienen las personas sobre la ciencia y tecnología”.
Los nuevos integrantes a esta red son: Carla Godoy, del Cine Insomnia; Braulio Rojas, académico de la Universidad de Playa Ancha; Valeska Campos, del Departamento de Estudios Humanísticos de la USM; Paula Alfaro y Catalina Roco, del equipo de Comunicaciones del AC3E; Ignacio Nieto, post doctorante UV en la Facultad de Ciencias y académico de la Universidad Finis Terrae.
Cabe recordar que la red está compuesta por representantes de las siguientes instituciones y organizaciones: Centro de Extensión del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio; el Laboratorio Nanobiomateriales de la USM; la Seremi de Ciencias, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI) de la Macrozona Centro; el Museo de Historia Natural de Valparaíso; la Facultad de Artes y la Faculta de Ciencias de la UV; el Departamento de Estudios Humanísticos de la USM; Valparaíso Creativo; Universidad de Playa Ancha (UPLA) y el Nodo CIV-VAL.






Por: Natalia Calderón Martínez, Académica-investigadora, Escuela de Cine y Artes Audiovisuales y Coordinadora de la implementación de la Unidad de Creación Artística de la Universidad de Valparaíso (UV) y miembro de la Red Interdisciplinaria de Ciencias y Culturas (RICC).
En la actualidad, observamos un notable resurgimiento de la conexión entre arte y ciencia, un fenómeno que nos asombra como si fuera la primera vez a la que asistimos a tales relaciones. Sin embargo, esta aparente novedad es, en realidad, un retorno a una relación que ha sido fundamental a lo largo de la historia.
La separación entre arte y ciencia, que alcanzó su apogeo con la modernidad en el siglo XIX, puede considerarse un paréntesis histórico. Más aún, esta división parece ser una construcción artificial, un paradigma que hoy estamos desmantelando. En el contexto chileno, podemos mencionar como ejemplo concreto el anuncio del Mercurio del 04 de octubre de 1904: “Apertura de la exposición fotográfica (…). El distinguido doctor Estanislao Fraga, nos envía algunas extraordinarias vistas radiográficas que tienen una gran importancia artística y un alto nivel científico”. Este anuncio es paradigmático porque se inserta en el contexto histórico de la ciencia experimental, cuyos inicios -mediados del siglo XIX- marcaron un punto de inflexión al instaurar precisamente esta separación entre arte-ciencia. Sin embargo, este anuncio da cuenta, de manera concreta, de la porosidad entre las barreras disciplinarias, reconociendo de manera simultánea y paralela el valor artístico y científico de una radiografía.
Este quiebre epistemológico aparente reforzado por corrientes positivistas, se desembarca del paradigma naturalista propio a los siglos XVII-XVIII, que concebía la ciencia como una práctica profundamente ligada a la estética. El naturalismo aspiraba a una ciencia integral, donde diversas disciplinas convergieran para comprender un mismo fenómeno. Alexander von Humboldt, por ejemplo, consideraba que la creación de un paisaje requería conocimientos de geología, botánica e incluso de meteorología. La estética surgía así de la profunda comprensión de la naturaleza y, en sentido contrario, el arte resultaba esencial en la representación de fenómenos naturales en ciencia.

Hoy asistimos a un renovado interés por el naturalismo, como lo demuestra, la biografía de Humboldt escrita por Andrea Wulf, que ha sido considerada un bestseller, o exposiciones en Chile como Trabajos de Campo (2022) en el Centro Cultural La Moneda, donde obras de artistas convivían con imágenes científicas y algunos archivos pertenecientes a Humboldt. Una posible explicación a este fenómeno es la crisis climática que ha evidenciado la necesidad de un enfoque interdisciplinario, donde el arte juega un papel crucial. Por un lado, porque traduce los datos científicos a un lenguaje accesible; por otro, y esto último me parece central, porque el artista es capaz de ver aspectos del problema que la ciencia no logra visualizar o que considera fuera de su campo de acción.
Ahora bien, esta interconexión se vuelve aún más evidente al considerar la relación entre Ciencia y Cultura. Esto se debe a que la ciencia es una manifestación cultural y, por lo tanto, está sujeta a las transformaciones históricas, tecnológicas e incluso a sus diferentes contextos territoriales.
Bajo este punto, y en un esfuerzo por trascender las barreras tradicionales entre el arte, las ciencias y las culturas, emerge la Red Interdisciplinaria de Ciencias y Culturas (RICC) en la Región de Valparaíso. Esta iniciativa, que reúne a una diversidad de actores regionales, se propone construir un ecosistema colaborativo donde converjan ciencias, artes y culturas.
La RICC representa un paso fundamental hacia la superación de la dicotomía entre estos campos, promoviendo un diálogo enriquecedor y un trabajo conjunto. Constituida en el 2024, la red proyecta un 2025 dinámico, con encuentros y actividades que explorarán las múltiples dimensiones de las problemáticas locales y territoriales.
Desde el Nodo destacamos la importancia de esta articulación para fortalecer el ecosistema CTCI y generar impacto en el territorio.
Con el propósito de fortalecer los lazos y conocer sus lineamientos para este 2025, el equipo del Nodo CIV-VAL se reunió con miembros de la División de Fomento e Industria (DIFOI) del Gobierno Regional de la Región de Coquimbo.
Este encuentro contó con la participación de la directora alterna del Nodo CIV-VAL, Vilbett Briones; coordinadora del Nodo, Kinga Halmai; la gestora tecnológica del Nodo, Karina Salas; Francisco Velásquez, jefe de la DIFOI y Mario Suarez, Encargado Departamento CTCI Gobierno Regional de Coquimbo.
“La reunión que tuvimos con la DIFOI fue muy importante para el Nodo porque nos permite articular y vincular más que nada. Poder vincular al Nodo con el quehacer de la región y así poder generar acciones concretas para poder impactar definitivamente en esta región que siempre ha estado en desmedro comparado con las otras regiones. La articulación universidad, el servicio público, la industria es muy importante para nosotros como Nodo ya que la ANID nos tiene mandatada poder generar esta articulación, fomentar también el conocimiento, fortalecer también a los consejos del CTCI en la región y por lo tanto para nosotros ha sido enriquecedora y nos vamos muy contentos con esta vinculación y este recibimiento que hemos tenido”, comentó Vilbett Briones.
Por su parte Karina Salas, gestora tecnológica del Nodo, se refirió a estas instancias de articulación con diferentes actorías de la Región de Coquimbo, comentando que: “estas reuniones que hemos tenido con CORFO, CRDP, INIA, CEAZA, también entre otras instituciones de la Región de Coquimbo, y hoy día cerrando además con la División de Fomento e Industria del Gobierno Regional, han sido reuniones para conocer un poco los lineamientos que tiene la región y cada una de estas entidades, y para poder vincularlos con el quehacer del Nodo. Nos hemos encontrado con una muy buena acogida de parte de estas instituciones y también de muchos puntos en común que creemos que podemos sacar en limpio para fortalecer en alianza y en articulación el ecosistema CTCI de la región”.
Programa busca diversificar productos, optimizar recursos y mitigar gases de efecto invernadero. Entre sus iniciativas, destacan investigaciones en alimentos plant-based e insect-based.
El 4 de marzo se celebra el Día Mundial de la Ingeniería para el Desarrollo Sostenible, establecido por la UNESCO para destacar el impacto de la ingeniería en la sociedad y su papel en el desarrollo sostenible. En este contexto, presentamos TT Green Foods, un programa de transferencia tecnológica liderado por CREAS y coejecutado por Phibrand, Sustrend, Procycla, Plantae Labs y Centro Regional de Investigación e Innovación para la Sostenibilidad de la Agricultura y los Territorios Rurales (CERES), que impulsa soluciones sostenibles en I+D+i para el sector silvoagropecuario y la industria de alimentos procesados.
Con 13 proyectos en fase de prototipo, busca diversificar productos, optimizar recursos y mitigar gases de efecto invernadero. Entre sus iniciativas, destacan investigaciones en alimentos plant-based e insect-based.
Hoy, la gestora tecnológica Roxana Villegas nos cuenta sobre los principales desafíos de estas investigaciones, y cómo estos están orientados a la promoción del desarrollo sostenible.
¿De qué manera estos proyectos pueden contribuir a la reducción de la huella hídrica y de carbono en la producción de alimentos?
Los proyectos que forman parte del portafolio de TT Green Foods contribuyen a reducir a la huella de carbono y la huella hídrica en la producción de alimentos, a través de soluciones tecnológicas y sostenibles utilizando estrategias orientadas a la reducción de pérdidas y desperdicio de alimentos (PDA) desde el origen como por ejemplo, la validación de recubrimientos vegetales para extender la vida útil en cítricos y paltas, reduciendo las pérdidas postcosechas, o bien la optimización de tecnología ya existente para reducir la aplicación de preservantes químicos, como el sorbato de potasio, evitando así el rechazo de ciruelas de exportación en los mercados de destino, o utilizar tecnología para extender la vida útil, evitando procesos indeseables como el sugaring o cristalización de pasas de exportación durante su transporte, lo que genera un rechazo en el lugar de destino o bien la disminución de su precio de venta para que los containers no sean devueltos.
Otra estrategia es valorizar los residuos agroindustriales, desarrollando ingredientes alternativos que puedan ser utilizados en diferentes matrices alimentarias, o bien, recuperar compuestos bioactivos específicos, transformado residuos hortofrutícolas en ingredientes funcionales.
También existen otras iniciativas que forman parte del portafolio, orientadas al desarrollo de agentes humectantes de suelo 100% naturales que mejoran la eficiencia en el uso de agua en cultivos y la implementación de consorcios microbianos para la restauración de suelos agrícolas degradados, mejorando la salud del suelo y su capacidad de retener agua.
Estas prácticas no solo disminuyen el volumen de desechos que van a vertederos, generando gases como el metano, gas de efecto invernadero (GEI) más contaminante que el CO2, sino que también optimiza el uso de recursos naturales, reduciendo la demanda hídrica asociados a la producción primaria.

¿Cuáles son los principales desafíos que han enfrentado en la investigación y desarrollo de alimentos plant-based e insect-based en Chile?
El programa TTGF también promueve el desarrollo de alimentos de origen vegetal (plant based), actualmente tenemos desarrollado un embutido tipo salchicha con ingredientes de origen nacional, con el cual no buscamos emular a los productos cárnicos, sino que ser una alternativa más saludable, sabrosa y sostenible, además este producto, en comparación a otros embutidos plant based presentes en el mercado nacional, utiliza una menor cantidad de ingredientes, alrededor de 10, en comparación a unos 20 ingredientes utilizados por otras marcas. Sin embargo, a pesar de sus atributos, el mayor desafío está en llegar al mercado, ya que estos productos están pensados en un público objetivo muy acotado (vegetarianos y veganos); además, al tener una gran cantidad de ingredientes, los consumidores los consideran como alimentos ultra procesados y poco saludables, por lo que aún existen desafíos tecnológicos para fortalecer el mercado de alimentos plant-based en Chile, junto con educar e informar a los consumidores sobre los beneficios de los alimento de origen vegetal para fomentar su adopción en la dieta diaria, sin olvidar la adaptación y cumplimiento de normativas locales e internacionales para la comercialización exitosa de estos productos.
En cuanto a los alimentos Insect-based, en CREAS actualmente se están desarrollado productos pensados en la industria petfood (perros y gatos), siendo uno de los objetivos el mejorar las propiedades de las harinas y aceites derivados de insectos, lo que implica desafíos en la adaptación de procesos para garantizar productos de alta calidad y funcionalidad adecuada.
Una de las principales limitantes a la hora de desarrollar este tipo de productos, es poder desarrollar pruebas a nivel piloto que permitan escalar posteriormente a una escala industrial. En este sentido, CREAS puede llegar a ser un gran aliado al apoyar a esta industria, ya que actualmente cuenta con un extrusor en donde se pueden desarrollar pruebas a baja escala no solo en alimentos petfood sino que también para alimentación humana.
Sin embargo, uno de los principales desafíos es la aceptación por parte del consumidor, en este caso los dueños de las mascotas, ya que se deben superar barreras culturales y de percepción, lo que requiere sensibilizar a la población sobre sus propiedades y beneficios, enfatizando su aporte proteico y considerando que cada vez hay más mascotas con alergias a los productos con ingredientes de origen cárnico, principalmente pollo.
Además, la producción y comercialización de alimentos Insect-based deben alinearse con las normativas locales e internacionales, lo que puede implicar desafíos en términos de cumplimiento y adaptación regulatoria., teniendo en cuenta también los desafíos tecnológicos y de producción en el procesamiento y escalamiento industrial de insectos.
¿Cuáles son los próximos pasos para TT Green Foods una vez que los prototipos estén listos para su implementación?
Una vez que los prototipos estén listos para su implementación, nuestro gran desafío es lograr que tanto las tecnologías como los productos lleguen al mercado, y por tanto a los consumidores, por lo que el proceso y estrategias de transferencia de estas tecnologías (licenciamiento o venta de la tecnología, por ejemplo) será relevante en esta etapa del proyecto, junto con la negociación y formalización de acuerdos, asegurando, además, que la empresa o entidad receptora pueda adoptar la tecnología brindando el soporte técnico correspondiente y monitorear el desempeño de la tecnología post-transferencia desde CREAS.
Para lograr lo anterior, se está trabajando desde ya en los modelos de negocios de cada uno de los proyectos que forman parte del portafolio, junto con la elaboración de informes de prefactibilidad técnico-económica.
En este punto es importante mencionar, que dentro del proyecto, se tiene considerada la creación de una Empresa de Base Científica Tecnológica (EBCT), primer spin-off de CREAS, cuyo objetivo será comercializar aquellos productos que no logren ser trasferidos a la industria pero que si tienen potencial de ser comercializados a nivel local, orientado a un público objetivo emprendedor, en un inicio.