Investigadores del CREAS y Centro Ceres, ambas instituciones socias del Nodo CIV-VAL, se refieren a los principales desafíos para enfrentar el cuidado de la Tierra.

Durante los últimos 15 años, la Región de Valparaíso aumentó en un 68,5% sus suelos desnudos, disminuyendo su vegetación densa e incrementando sus construcciones como ciudades, caminos y edificaciones. Esta cifra corresponde al Inventario de pérdida de vegetación, suelos y agua, realizado por Centro Ceres en 2023; un completo informe que analizó la situación de los ecosistemas naturales entre 1996 y 2023.

Este 22 de abril se celebra el Día Mundial de la Tierra, conmemoración que invita a la comunidad a reflexionar sobre el estado del planeta y promover acciones que fomenten la conservación y la sostenibilidad. Una efeméride que aún pone en discusión el desarrollo de un modelo de producción agrícola que continúa repercutiendo sobre los recursos naturales, teniendo efectos negativos, tales como: la degradación de los suelos, la pérdida de biodiversidad, escasez hídrica, entre otros.

Ante esta conmemoración, investigadores del Centro Ceres y CREAS, ambos centros socios al Nodo CIV-VAL, se refieren a esta instancia con foco en la agricultura sostenible, una herramienta clave para el cambio climático, el cual se basa en un sistema de prácticas agrícolas ecológicas centradas en innovaciones científicas que permiten producir alimentos saludables mientras se protege el medio ambiente y se respeta la salud y los derechos de los agricultores. Estas prácticas se centran en métodos respetuosos con el suelo, el aire y el agua. En resumen, busca garantizar la sostenibilidad y la equidad en la producción de alimentos.

Para apoyar dichas prácticas, se necesita el trabajo conjunto de diferentes actores, especialmente, cuando parte de los desafíos radican en cómo enfrentar las actuales amenazas para el cuidado de la Tierra. 

Julissa Santis, gerente del Programa TT Green Foods, Proyecto CREAS dedicado a la transferencia de tecnologías silvoagropecuarias y alimentarias, explica que “el enfoque científico-tecnológico es fundamental para validar que las medidas que se están implementando para enfrentar estos desafíos, ya sea a nivel de mitigación o adaptación, sean realmente sostenibles en el ámbito ambiental mediante indicadores objetivos y no siendo sólo una declaración de buena fe”. 

“Dentro de este escenario, el programa TT Green Foods no busca sólo ofertar tecnologías o productos verdes, sino que también están impacten positivamente en otros ámbitos, como el económico y social, de forma que sea una alternativa viable para la transformación productiva de la industria silvoagropecuaria nacional y, por qué no, también a nivel internacional”, agregó.

Entre los proyectos que agrupa el programa TT Green, se encuentra la iniciativa P12, encabezada por el Dr. Armando Alfaro, investigador de Centro Ceres, donde se promueve el equilibrio entomológico de los sistemas productivos. “Al incorporar flores, tanto nativas como exóticas, se favorece la abundancia de controladores biológicos y, en consecuencia, la disminución de plagas, apoyando la sostenibilidad de nuestros recursos”, precisa el profesional.

Esta práctica es una de varias labores agrícolas que investiga Centro Ceres, con el fin de generar conocimiento e innovación, a través de propuestas de manejo basadas en la naturaleza. Así lo confirma el Dr. Carlos Huenchuleo, director ejecutivo del centro regional, al indicar que “es importante hacer un cambio en la forma de enfrentar la seguridad alimentaria”, destacando aquellas que sean sostenibles. 

Entre sus palabras, el académico enfatizó: “Proponer estas alternativas contribuye fuertemente, no solo en la producción de alimentos de manera sostenible, sino también en la protección de la biodiversidad y los recursos naturales”.

Imágenes gentiliza Centro Ceres.

Por Centro Ceres

La encuesta ya se encuentra disponible y su fecha de cierra es el próximo 21 de agosto de 2023.

En el marco del proyecto FIC-R 2022 “Modelo sostenible para la recuperación de biodiversidad, suelo y agua en la Región de Valparaíso” que financia el Gobierno Regional de Valparaíso, Centro Regional Ceres invita a la comunidad, vecinos y vecinas, familias, estudiantes, a todos y todas, a contestar la “Encuesta Ciudadana: la Gobernanza de los Recursos Naturales”.

Entre los objetivos de la propuesta, Ceres busca desarrollar un diagnóstico de la situación actual de la gobernanza de los recursos naturales. Para ello, Andrea Flores, socióloga e investigadora del programa Sistemas Agroalimentarios Sostenibles (SAS), explica que “uno de los ejes del análisis es abordar las percepciones de la comunidad, respecto de la actual gestión realizada a la fecha, en relación con la administración, protección y conservación de la biodiversidad, suelo y agua de la región”.

De esta manera, el instrumento convoca a residentes de la Región de la Valparaíso a contestar de manera online, mediante un rápido y elocuente formulario de Google una serie de preguntas, respecto de cómo vemos la toma de decisiones sobre los recursos naturales, y cómo les gustaría a las personas encuestadas qué se construya una próxima propuesta de gobernanza.

La encuesta, ya disponible en www.centroceres, y a través de las redes sociales de Centro Regional Ceres, estará recibiendo respuestas hasta el próximo 21 de agosto de 2023. Una vez finalizado este proceso, se espera proponer un diseño que promueva un enfoque territorial y ecosistémico, de carácter anticipatorio y de buena administración.

Su director ejecutivo, Carlos Huenchuleo, destacó el aporte que hará el centro al desarrollo de un modelo de gestión territorial.

Con la puesta en marcha de la tercera etapa del Nodo CIV-VAL se destaca la reciente incorporación, dentro de las instituciones asociadas, del Centro Regional de Investigación e Innovación para la Sostenibilidad de la Agricultura y los Territorios Rurales (CERES), organismo enfocado en la investigación científica, aplicada e interdisciplinaria en pro del desarrollo sostenible en la agricultura y los territorios rurales de la Región de Valparaíso.

“Una de las labores más importantes del Nodo CIV-VAL es la articulación entre las diferentes entidades pertenecientes de las regiones de Valparaíso y Coquimbo, por lo tanto, la incorporación del Ceres, considerando la importancia de la agricultura en la Región de Valparaíso, juega un rol fundamental. Es un centro de investigación que se destaca en la región y sus capacidades contribuirán a llegar a los distintos sectores, especialmente a los agricultores de la Macrozona Centro. Además, destacamos la vinculación que este centro tiene con instituciones de Educación Superior pertenecientes al Nodo, por lo tanto, es un actor que debía estar y que sin duda dará un valor agregado a nuestro trabajo”, afirmó Macarena Rosenkranz, directora del Nodo CIV-VAL.

Por su parte, Carlos Huenchuleo, director ejecutivo del Centro Ceres, comentó que “para nosotros es muy importante ser parte del Nodo CIV-VAL pues esto permitirá trabajar en la articulación de las capacidades CTCi del territorio. De esta manera Ceres aportará al desarrollo de un modelo de gestión territorial para la consolidación de redes y capital social en la macrozona”. 

Junto a esto, afirmó que “ser parte del Nodo CIV- VAL, nos permitirá mejorar el impacto de nuestro trabajo en el territorio, así como fortalecer nuestra vinculación con instituciones de investigación e innovación. Creemos que podemos realizar un aporte significativo a la red de instituciones, dada nuestra experiencia en el ámbito de la generación y transferencia de conocimientos para el desarrollo de una agricultura sostenible, que apoye para la consolidación de redes y capital social asociado a las acciones del Nodo, así como del proceso de actualización y dinamización de la Hoja de Ruta levantada, la cual permitirá alcanzar los desafíos territoriales y productivos en CTCi en la Macrozona Centro”, concluyó el director ejecutivo, Carlos Huenchuleo.

Por CERES

Centro Ceres realizará el diseño de un modelo de agricultura y desarrollo rural sostenible basado, principalmente, en los principios de la agroecología, el cual será validado mediante la implementación de 6 predios pilotos en 5 provincias de la región de Valparaíso. La propuesta, adjudicada en 2022 por asignación directa desde el Gobierno Regional de Valparaíso, busca habilitar espacios de aprendizaje para la adopción de prácticas agrícolas sustentables que permitan la recuperación de biodiversidad, el agua y mejorar la condición de los suelos.

En el actual modelo de agricultura, los efectos negativos en los ecosistemas, dado por la intensificación industrial basada en monocultivos, mecanización y uso de insumos químicos externos, como plaguicidas y fertilizantes, han impactado altamente los recursos naturales y, a su vez, la salud humana. Una problemática que, a partir de los principios agroecológicos, es posible contrarrestar.

Con el nombre “Diseñar e implementar un modelo sostenible para la recuperación de la biodiversidad, suelos y agua de los sistemas naturales degradados por los diferentes métodos de producción agrícola en la región de Valparaíso”, el proyecto FIC-R se presenta como un proceso transformacional de la pequeña y mediana agricultura. En éste, Ceres espera abordar un nuevo paradigma que aporte a mitigar los efectos o la adaptación al cambio climático de los sistemas productivos de la región, incorporando procesos de participación social mediante un trabajo colaborativo con agricultores.

“Ceres, desde su creación, ha visto como un gran desafío el diseño e implementación de un modelo agroecológico que se adapte a las condiciones del territorio. Por esto mismo, ha acompañado en la transición de agricultores en diferentes contextos geográficos y socioeconómicos, elaborando estrategias orientadas a la coexistencia armónica hombre-naturaleza”, afirma la Dra. Marta Albornoz, Coordinadora Científica de Centro Ceres.

Y es que, según declara la profesional, la soluciones basadas en la naturaleza, que utilicen el uso de las funcionalidades naturales de los ecosistemas o servicios ecosistémicos, pueden apoyar la producción de alimentos de una manera sostenible,  sin embargo,  “esto es  factible, siempre y cuando, se desarrolle en conjunto con toda la cadena productiva, que sea instalada según las particulares del territorio y este  apoyada por un sistema de gobernanza territorial”.

Así mismo lo visualiza el proyecto, donde además del modelo de agricultura sostenible, se espera desarrollar un inventario sobre la pérdida y degradación de la biodiversidad, suelo y cursos de agua, producto de las formas de producción convencional. A lo anterior, se suma la generación de un proceso participativo que permita construir una propuesta de diseño de gobernanza regional como herramienta para facilitar la toma de decisiones en materia de preservación de los recursos naturales de la región.