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Columna de Reflexión: Cómo avanzar en la gestión hídrica de la Región de Valparaíso

Por: Ricardo Astorga, Gerente del Programa Estratégico Regional para la Gestión de los Recursos Hídricos.

Hay muchos diagnósticos y de todo tipo respecto a la situación hídrica regional. No obstante, los ciudadanos, agricultores, usuarios de agua, empresas agroalimentarias, siguen manifestando que existen brechas que no se han abordado en forma decidida y eficiente. Aparecen estas impresiones en el diagnóstico que realizó el Programa Transforma Gestión Hídrica de Corfo, que para la construcción de su hoja de ruta, reunió a los actores clave de los recursos hídricos de la región.

Existen brechas en lo tecnológico y digital, en las inversiones (tanto públicas como privadas), en la gestión de las organizaciones y en la coordinación del mundo público con el privado. En tantos años de sequía, se podría pensar que hay temas resueltos, pero eso no ha ocurrido. Se ha avanzado con decisión en ir resolviendo problemas, pero en forma descoordinada, dejando muchas veces sectores desprotegidos y con una asimetría de intervención evidente.

Ricardo Astorga.

El primer paso que se dio como Programa fue darle sentido a la realidad territorial de la región. Saber y conocer que los diferentes territorios tienen diferentes urgencias y necesidades. Eso que pareciera ser evidente, fue decisivo a la hora de plantear la estrategia del Programa. Se crearon núcleos de participación en Petorca, Aconcagua Alto, Aconcagua Bajo, Casablanca y San Antonio, en una lógica de homogeneidad climática y productiva, lo que, evidentemente, no es perfecto pero nos acerca más a la participación de los habitantes con sus soluciones. Estos núcleos forman a su vez el Comité Ejecutivo del programa que ordena y prioriza las acciones.

Esta estrategia de descentralización regional creemos que es clave para aportar al avance en la gestión hídrica. Que cada territorio pueda ir constuyendo su agenda de intervención y que pueda dialogar independientemente con los servicios públicos y la academia. Es sabido que los servicios públicos realizan una labor intensa en la región, pero falta más sintonía con sectores que están más apartados. Ahí el Programa ofrece esta estructura de diálogo y de gestión, siendo un facilitador para ambas partes. Lo mismo con la academia, que es necesario que se involucre con todos los territorios y nos pueda dar soluciones de acuerdo a la vocación de cada uno y conectar a sus estudiantes con la realidad dura de la actividad agroalimentaria regional. En este punto, la vinculación del programa con este mundo ha tenido a un interlocutor como el Nodo CIV-VAL, que ha permitido ir constuyendo una ruta en ese sentido.

La creación de esta estructura de gestión territorial y descentralizada en la región, es parte del avance que se espera para una mejor gestión del recurso hídrico, donde se encuentren todos los actores que trabajan con el agua y que se vaya de manera progresiva incorporando tecnología, realizando inversiones y, por cierto, mejorando las competencias de las personas. Es nuestro deseo.