El Centro Interdisciplinario de Neurociencias de la Universidad de Valparaíso (CINV) retomó la realización de encuentros científicos internacionales en la ciudad puerto, con el objetivo de aportar al desarrollo de la ciencia y la reactivación económica de la zona.
El III Latin America Worm Meeting convocó a más de cien investigadores de países como Estados Unidos, Inglaterra, España, México, Argentina, Uruguay y Chile, que se inscribieron para asistir al encuentro, que se llevó a cabo desde el 15 al 19 de marzo en el Parque Cultural de Valparaíso.
El encuentro reunió a importantes expositores de reconocida trayectoria a nivel mundial que trabajan con el gusano Caenorhabditis elegans como modelo experimental. Entre ellos destacan la académica de la Universidad de Brandeis (Estados Unidos) Piali Sengupta, quien estudia la neurogenética de las conductas sensoriales, y el genetista británico David Gems, quien se ha centrado en la investigación del envejecimiento y las enfermedades relacionadas con la edad durante los últimos cuarenta años.
La doctora Andrea Calixto, vicepresidenta del directorio del CINV y miembro del comité organizador del evento, destacó la importancia de realizar estos congresos y generar redes de contacto entre la comunidad científica nacional e internacional que trabaja con este modelo animal. Según la doctora Calixto, el modelo del gusano C. elegans es realmente importante para entender la neurociencia en todos los niveles, tanto a nivel de respuesta animal como a nivel molecular, y es extremadamente relevante que se instale como modelo de estudio en Latinoamérica.
Con el modelo C. elegans se han podido estudiar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson, entre otros importantes hallazgos. La doctora Calixto aseguró que el C. elegans es un modelo barato y fácil de entender, que no requiere bioterio y que ha permitido lograr impacto tanto en la ciencia básica como en la biomedicina.
Los asistentes al congreso destacaron la buena organización y el nivel de los expositores invitados, y señalaron que este tipo de encuentros científicos no solo son buenos para la comunidad científica, sino también para la ciudad de Valparaíso en términos económicos.
Por CEAZA
El Informe “Desalinización: Oportunidades y desafíos para abordar la inseguridad hídrica en Chile” fue desarrollado por un grupo interdisciplinario e interuniversitario de académicas/os e investigadores/as, coordinados por el Comité Asesor Ministerial Científico sobre Cambio Climático; Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, y a petición del Ministerio de Medio Ambiente.
“La masificación de esta tecnología nos plantea el desafío de planificar su desarrollo futuro tomando decisiones con bases científicas considerando las ventajas y desventajas de este tipo de tecnología”, plantea el documento elaborado en respuesta a la solicitud formal del Ministerio de Medio Ambiente para que el Comité Asesor Ministerial Científico para el Cambio Climático redactase un informe sobre el desarrollo de plantas desalinizadoras en el país.
A partir de dicha solicitud, el Comité trabajó recopilando antecedentes y organizando talleres de trabajo con la comunidad científica a lo largo de varias etapas. Como resultado, se prepararon una serie de recomendaciones acerca del desarrollo de esta tecnología en Chile que refleja la diversidad de miradas que existen en el ámbito científico sobre las oportunidades, desafíos y brechas que representa como estrategia de adaptación y mitigación. En esta iniciativa participó el Dr. Víctor Aguilera y Dra. Laura Ramajo del Centro Científico CEAZA. El Dr. Aguilera fue parte de reuniones informativas sobre el contexto de desalinización, mientras que la Dra. Ramajo fue autora principal del informe y estuvo a cargo de liderar y coordinar el capítulo de Impactos del citado documento.
Velar por potenciales impactos
Dentro de las diversas recomendaciones que entrega el Informe respecto a la evaluación y seguimiento de los potenciales impactos de la desalinización, se encuentran, por ejemplo, considerar reglas especiales en la futura Ley sobre Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP) para velar por los potenciales impactos de este tipo de proyectos o similares en áreas marinas costeras. De manera complementaria, el documento destaca que se deben establecer Líneas de Base Ambientales y Normas Secundarias de Calidad en bahías que potencialmente podrían alojar este tipo de proyectos.
La Dra. Laura Ramajo, investigadora del CEAZA detalla que “existe evidencia científica sobre los impactos de tanto la captación de agua como la liberación de efluentes como la salmuera y otros elementos que se utilizan durante proceso de desalinización sobre las especies marinas y su fisiología, la estructura de las comunidades y el funcionamiento de los ecosistemas costeros. Es por esto que es importante desarrollar metodologías e indicadores para realizar una evaluación de los impactos y su seguimiento en el tiempo, así como también, buscar formas para promover el uso de la salmuera en otros usos productivos con el fin de que no sean vertidos en el medio marino”.
Estándares de calidad de agua, acuíferos y fuentes de energía
Otras recomendaciones significativas del documento se relacionan con el uso de las zonas costeras, a fin de no generar daños ni pérdidas mediante la creación de instrumentos de planificación territorial que consideren estos importantes aspectos. “También, se brindan consejos sobre la utilización de agua desalinizada como fuente de agua potable, donde se deben revisar los estándares de calidad de agua potable que provienen de las aguas desalinizadas con el fin de no tener impactos sobre la salud de las personas o de los organismos que consuman esta agua, como es el caso de algunas especies de animales”, sostiene la científica.
“El Informe también reconoce y recomienda que el agua potable que proviene de fuentes naturales se utilice, principalmente, para uso humano, y que el agua desalinizada esté para sustituir o complementar otros usos como los relacionados con ciertas industrias”, añade la Dra. Ramajo, agregando también que otro consejo tiene que ver con la recarga de acuíferos o la restauración de agua de cuerpos de aguas degradados, donde se debe analizar cuidadosamente el medio y los ecosistemas en base a estudios, para que no se generen interacciones que no son deseadas y que no impacten sobre la química del agua y el funcionamiento y estructura de los ecosistemas.
Finalmente, y respecto a la fuente de energía para el proceso de desalinización, la investigadora menciona que el informe sugiere que provenga de energías renovables y no de combustibles fósiles que aumenten las emisiones de CO2. “Es importante avanzar en una agenda de investigación que debe ser continua para ir entendiendo los impactos que tiene esta actividad sobre las costas, sobre los recursos, sobre los servicios ecosistémicos, sobre las personas y sobre el sistema socioecológico en su totalidad.
Por CERES
Centro Ceres realizará el diseño de un modelo de agricultura y desarrollo rural sostenible basado, principalmente, en los principios de la agroecología, el cual será validado mediante la implementación de 6 predios pilotos en 5 provincias de la región de Valparaíso. La propuesta, adjudicada en 2022 por asignación directa desde el Gobierno Regional de Valparaíso, busca habilitar espacios de aprendizaje para la adopción de prácticas agrícolas sustentables que permitan la recuperación de biodiversidad, el agua y mejorar la condición de los suelos.
En el actual modelo de agricultura, los efectos negativos en los ecosistemas, dado por la intensificación industrial basada en monocultivos, mecanización y uso de insumos químicos externos, como plaguicidas y fertilizantes, han impactado altamente los recursos naturales y, a su vez, la salud humana. Una problemática que, a partir de los principios agroecológicos, es posible contrarrestar.
Con el nombre “Diseñar e implementar un modelo sostenible para la recuperación de la biodiversidad, suelos y agua de los sistemas naturales degradados por los diferentes métodos de producción agrícola en la región de Valparaíso”, el proyecto FIC-R se presenta como un proceso transformacional de la pequeña y mediana agricultura. En éste, Ceres espera abordar un nuevo paradigma que aporte a mitigar los efectos o la adaptación al cambio climático de los sistemas productivos de la región, incorporando procesos de participación social mediante un trabajo colaborativo con agricultores.
“Ceres, desde su creación, ha visto como un gran desafío el diseño e implementación de un modelo agroecológico que se adapte a las condiciones del territorio. Por esto mismo, ha acompañado en la transición de agricultores en diferentes contextos geográficos y socioeconómicos, elaborando estrategias orientadas a la coexistencia armónica hombre-naturaleza”, afirma la Dra. Marta Albornoz, Coordinadora Científica de Centro Ceres.
Y es que, según declara la profesional, la soluciones basadas en la naturaleza, que utilicen el uso de las funcionalidades naturales de los ecosistemas o servicios ecosistémicos, pueden apoyar la producción de alimentos de una manera sostenible, sin embargo, “esto es factible, siempre y cuando, se desarrolle en conjunto con toda la cadena productiva, que sea instalada según las particulares del territorio y este apoyada por un sistema de gobernanza territorial”.
Así mismo lo visualiza el proyecto, donde además del modelo de agricultura sostenible, se espera desarrollar un inventario sobre la pérdida y degradación de la biodiversidad, suelo y cursos de agua, producto de las formas de producción convencional. A lo anterior, se suma la generación de un proceso participativo que permita construir una propuesta de diseño de gobernanza regional como herramienta para facilitar la toma de decisiones en materia de preservación de los recursos naturales de la región.
La actividad se desarrolló en las instalaciones del Campus de Limarí de la Universidad de La Serena.
Con la colaboración de la Fundación para la Innovación Agraria, FIA, y la participación de investigadores/as, académicos/as, representantes del sector público, privado y la sociedad civil principalmente del sector agrícola de la región de Coquimbo, el Nodo CIV-VAL llevó a cabo el 1º Diálogo Macrozonal en la comuna de Ovalle con el propósito de vincular a los actores claves del territorio e identificar nuevas iniciativas en las áreas prioritarias correspondientes a recursos hídricos, biodiversidad y alimentos.
En la instancia, se buscó además potenciar la retroalimentación entre los actores, por lo que se desarrollaron talleres y se presentaron iniciativas I+D, las que estuvieron a cargo de Pablo Álvarez, director del Laboratorio PROMMRA y Consorcio Quitai Anko, Sergio Silva, gerente del Instituto Forestal de Chile y Yasna Molina, empresaria de “Caprinos Villaseca”, quienes expusieron sus proyectos los que están enfocados a las tres áreas prioritarias de la Macrozona Centro.
Por su parte, Wanda García, encargada regional de FIA, se refirió al aporte que tienen este tipo de actividades, y sostuvo que “lograr concretar esta instancia saliendo de la conurbación La Serena – Coquimbo, haciendo esta sinergia de qué es lo que hay en la región versus los pilares de las hojas de ruta ha sido potente para poder conectar y avanzar en el trabajo que se está realizando”.
De esta forma, el Nodo CIV-VAL recogió valiosos insumos para la planificación de las próximas actividades de cara al 2023, y así, avanzar en el desarrollo de la ciencia, tecnología, conocimiento e innovación, CTCi, en las regiones de Valparaíso y Coquimbo.
Cabe destacar que el Nodo CIV-VAL continuará trabajando para la aceleración del impacto territorial de la CTCi, y el próximo diálogo macrozonal que realizará será el 7 de diciembre en la comuna de La Ligua, con el fin de seguir articulando a los distintos actores claves y públicos objetivos de la Macrozona Centro.
En la séptima sesión del Comité de Coordinación Macrozonal, se presentó el trabajo que se ha realizado en la Etapa II del año 2022 y la propuesta de continuidad de Nodos CTCi 2023, que busca robustecer el sistema de gobernanza en Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI) en las regiones de Valparaíso y Coquimbo.
Con el foco en avanzar en las propuestas que se están diseñando para el año 2023, el Nodo CIV-VAL convocó, de forma virtual al séptimo Comité de Coordinación Macrozonal (CCM), conformado por el Seremi de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Macrozona Centro, Jorge Soto, la Seremi de Agricultura de Valparaíso, Yolanda Cisternas, el Jefe del Departamento de Vinculación y Redes de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), Rodrigo Carrillo, representantes sectoriales y de las instituciones socias del Nodo, quienes son los encargados de validar el trabajo del equipo ejecutivo como sugerir acciones a desarrollar.
Cabe recordar que el proyecto Nodo CIV-VAL es financiado por la ANID y ejecutado por ocho instituciones de las regiones de Valparaíso y Coquimbo (PUCV, UV, UTFSM, ULS, UCN, CINV, CEAZA, CREAS), que trabajan en conjunto desarrollando acciones piloto para la aceleración del impacto territorial de la CTCi en la Macrozona Centro.
En la nueva sesión de comité, la directora del Nodo CIV-VAL y directora de Innovación de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Macarena Rosenkranz, presentó estadísticas de participación por territorio, género y tipo de actividad. En este sentido, se destacan las misiones tecnológicas que se han desarrollado en CeTAlimentos y CREAS, y los Diálogos Regionales de Coquimbo y Valparaíso. En relación a esto último, se indicaron los principales resultados en base a iniciativas y desafíos vinculados a las áreas de prioridad del Nodo CIV-VAL que son Alimentos, Biodiversidad y Recursos Hídricos. Y asimismo se dieron a conocer las nuevas alianzas colaborativas.
En la instancia, la directora del Nodo CIV-VAL planteó que “un elemento de análisis y reflexión es cómo el Nodo se diferencia de otras experiencias que ya existen, y cómo principalmente el Nodo apunta impactar en el territorio, a través de que el conocimiento ayude al desarrollo económico de las regiones” destacó.
Finalmente para potenciar la retroalimentación entre los asistentes, se plantearon preguntas sobre gobernanza y las nuevas proyecciones. ¿Qué propuesta de valor debería entregar la gobernanza del Nodo CIV-VAL, tanto para el ecosistema como para su institución?, y ¿Cómo podría aportar su institución a esta gobernanza?, las que dieron pie a una interesante conversación entre los participantes.
En este sentido, el Key Area Manager del Centro Avanzado de Ingeniería Eléctrica y Elecrónica (AC3E) de la Universidad Técnica Federico Santa María (UTSFM), Javier Robledo, señaló que “hay dos puntos, primero la gobernanza comercial y canales es un tema común para los centros de investigación que desarrollan tecnología, donde muchas veces cuesta encontrar a ese desarrollador comercial, cuesta encontrar la industria. Lo segundo es la estandarización, respecto de que siempre es complejo transferir desde la universidad a la industria, por los tiempos complejos y largos de la universidad que la industria no puede esperar. En relación al Nodo que en la gobernanza participan las principales instituciones de la macrozona, puede ser una oportunidad interesante para desarrollar manuales y procedimientos estándares para todas las instituciones, que permita ser más ágil, y la Red GETE podría ser un aporte en ese sentido, por su experiencia de base”.
Mientras que, el Coordinador de Proyectos de Investigación y de Transferencia Tecnológica de la Universidad Católica del Norte (UCN), Wolfgang Stotz, señaló que en relación a la gobernanza y de cómo hacerlo práctico, “en la Región de Coquimbo hay un ejemplo útil que funciona muy bien, que es el programa de CORFO <Más Mar>, con una estructura sencilla en cuanto, que tiene un gerente con una secretaria que es la parte ejecutiva y luego tiene a todas las instituciones como Gobierno Regional, CORFO, y universidades que corresponde al directorio. Y la gerencia ejecutiva, es la encargada de articular en bases a las necesidades del gobierno y la industria, de modo que articula investigaciones aplicadas con empresas y con el gobierno. Por tanto, lo que se necesita es que la gente se conozca, y conozca lo que se va haciendo y las posibilidades que existen, y en general, debería ser algo no muy complejo, para generar esa plataforma práctica donde se puedan llevar investigaciones para conectar con el gobierno y las empresas, para así generar diálogo”.
Para los próximos meses, el Nodo CIV-VAL continuará trabajando para la aceleración del impacto territorial de la CTCi en la Macrozona Centro, específicamente en la línea del Plan de Acción 2023 y ejecución de actividades experimentales que contribuyan a avanzar en la dinamización y actualización de la hoja de ruta construida, y la articulación de los distintos actores claves y públicos objetivos de las regiones de Valparaíso y Coquimbo.
La actividad se desarrolló en las instalaciones del Centro Regional Ceres en la comuna de Quillota.
Con la participación de investigadores/as, académicos/as, representantes del sector público, privado y la sociedad civil de la región de Valparaíso, el Nodo CIV-VAL llevó a cabo de manera exitosa el 1º Diálogo Regional de la Macrozona Centro. La instancia tuvo el objetivo de vincular a los actores claves del territorio e identificar en conjunto desafíos, iniciativas y acciones por las tres áreas prioritarias diagnosticadas correspondientes a alimentos, recursos hídricos y biodiversidad.
Cabe destacar que, la labor de articulación que tiene el Nodo adquiere relevancia entre los distintos actores del sector público, sector privado, entidades generadoras de conocimiento y centros de investigación. Y en ese sentido, la directora del Nodo CIV-VAL y directora de Innovación de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Macarena Rosenkranz, explicó que para el rol que cumple el Nodo CIV-VAL “es importante que se haya sumado el Centro CERES, el cuál nos alojó en esta oportunidad y también el haber contado con la participación de las autoridades regionales como son el Seremi de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Macrozona Centro y la Seremi de Agricultura de Valparaíso, y también los directores del INIA, FIA y los encargados de INDAP quienes facilitan este proceso de articulación”.
Por su parte, el director ejecutivo del Centro Regional Ceres, Carlos Huenchuleo, expresó que “es una oportunidad para nosotros participar de la organización de este evento, porque eso nos permitió conocer más el quehacer del Nodo CIV-VAL y ver cómo nosotros como Centro Ceres podemos colaborar y contribuir al éxito y a los objetivos de esta iniciativa. Por lo tanto, creo que este es un tremendo impulso para nosotros de empezar a participar más activamente en las distintas actividades del Nodo”.
Taller participativo e Iniciativas I+D
Para potenciar la retroalimentación y vinculación de actores, durante la jornada se realizó un taller donde se plantearon preguntas consideradas clave para el ecosistema CTCi y que dieron pie a una interesante conversación entre los participantes, quienes trabajaron en grupo, generando un diálogo participativo en torno a los siguientes ámbitos: capital humano, sector productivo, innovación CyT, investigación, vinculación con la ciudadanía, áreas prioritarias territoriales y desarrollo económico local.
En la oportunidad, además, el director del Centro Interdisciplinario de Neurociencia de Valparaíso, Juan Carlos Saéz, expuso sobre el proyecto “Principios Activos del Boldo” y la fundadora de [ph] Gestión Transversal SpA, Pilar González, presentó la iniciativa “Bbac: Autocontrol Sanitario Rural”. Y al final de la jornada, la empresa regional “Como Queso”, profundizó sobre el proceso de su negocio y brindó a los asistentes una degustación de sus productos locales.
De esta forma, el Nodo CIV-VAL recogió valiosos insumos para la planificación de las próximas actividades, y así, avanzar en el desarrollo de la ciencia, tecnología, conocimiento e innovación (CTCi), en las regiones de Valparaíso y Coquimbo.
Al respecto, el Seremi de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Macrozona Centro, Jorge Soto, valoró el encuentro y la labor que realiza el Nodo en los territorios locales y enfatizó que “es importante el trabajo que realiza el Nodo CIV-VAL en conjunto con la Seremi de Agricultura de Valparaíso y con el Centro Ceres, porque la descentralización es uno de los procesos fundamentales que tenemos que llevar a cabo dentro del desarrollo científico y tecnológico, ya que la idea es desarrollar ciencia para y con el territorio. Así que estoy muy contento y agradecido de participar en esta instancia que ha sido sumamente productiva”.
Para los próximos meses, el Nodo CIV-VAL continuará trabajando para la aceleración del impacto territorial de la CTCi, específicamente en la ejecución de los próximos diálogos regionales con el fin de que contribuyan a avanzar en la articulación de los distintos actores claves y públicos objetivos de la Macrozona Centro.
Iniciativas como Club R-Acciona, CINV, Biocargo, la Mesa de Digitalización Regional, Seremi de Economía, Seremi de Ciencias, Valparaíso Circular, Coline Data, The Lift PUCV y el Centro de Estudio del Trabajo y Factores Humanos, entre otras, tuvieron la oportunidad de vincularse y generar alianzas colaborativas.
Meetup Valparaíso 2022 se realizó gracias al trabajo conjunto entre la Gobernanza del Ecosistema EIVA, CONTACT y la Dirección de Emprendimiento de la UTFSM.
Más de 50 actores claves de la región se reunieron este jueves en el Meetup Valparaíso 2022, que se realizó en el Cowork del Edificio Bari II de la Universidad Técnica Federico Santa María, organizado por el Ecosistema EIVA, la Dirección de Emprendimiento de la USM y Contact.
Una instancia participativa, donde representantes de la academia y del mundo empresarial se sentaron a dialogar y a explorar casos de éxito y nuevas perspectivas, que permitan generar un cambio de mindset académico de manera colaborativa, desde la perspectiva empresarial y digital.
Meetup Valparaíso 2022 permitió generar líneas de trabajo, con el objetivo de acelerar el ecosistema regional de emprendimiento e innovación desde las universidades, centros de formación técnica y otras instancias del mundo académico.
Jaime González, director ejecutivo de la Gobernanza del Ecosistema EIVA, valoró la convocatoria: “Me gusta ver a los distintos actores académicos vincularse, extrañé más profesores, sin embargo los representantes de las Universidades estaban. Se alcanzaron los objetivos propuestos, ya que aparecieron cerca de 20 iniciativas de entre las casi 30 organizaciones presentes. Lo que nos queda ahora es avanzar en que se concreten esas colaboraciones y vínculos en una agenda en común y desde EIVA continuaremos haciendo seguimiento y promoviendo que otros actores se sumen”.
Durante toda la mañana, los y las participantes fueron parte de dinámicas y entretenidas actividades, que invitaron al diálogo, a la búsqueda de iniciativas y a repensar la región de Valparaíso. Además, se realizaron dos paneles que contaron con la participación y experiencia de Nadja Starocelsky, coordinadora del grupo de tecnologías educativas MetaRed IT; Natalia Moncada, directora general de Universia Chile; Marcela Soto, directora de Emprendimiento UTFSM; Walter Rosenthal, CEO de Quintil Valley; Claudio Barahona, managing partner en Alaya Capital Partners y Daniel Stern, innovation and movility manager de Kaufmann.
La académica del Departamento de Arquitectura y directora de Emprendimiento de la UTFSM, Marcela Soto, indicó: “Esperábamos algo así y esta vez queríamos generar un laboratorio de vinculación entre las partes que conformamos el ecosistema de emprendimiento e innovación. Esta vez fue muy colaborativo y menos expositivo. Muchas veces asistimos a eventos que son netamente exposiciones, aquí fueron mínimas, se dieron ideas base para poder discutirlas en las mesas y creo que eso es mucho más provechoso que estar horas escuchando a expertos”.
Respecto a la importante participación de las mujeres en la actividad, tanto de panelistas como asistentes, la directora destacó la colaboración del proyecto InES Género USM, proyecto adjudicado por la casa de estudios que tiene como objetivo “implementar la equidad de género al interior de las universidades, muchas de ellas falentes de discusión sobre estos temas y en eventos como éste hay que obligar la participación de mujeres para que vengan a hablar, no es casualidad traer mujeres a la discusión”.
Quien también tuvo una participación activa en este Meetup Valparaíso 2022, fue el seremi de Ciencias, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Macrozona Centro, Jorge Soto, quien calificó como “muy importante lo que está haciendo esta Gobernanza en torno a los temas de innovación científico-tecnológica con estos estos espacios de conversación, colaboración y conexión; como Ministerio también tenemos un rol articulador y contar con EIVA nos facilita la conexión con el Ecosistema de Innovación”. Finalmente, destacó que los desafíos planteados en esta sesión “son los desafíos que hay que levantar y apoyar”.
En particular, el seremi manifestó el desafío de su propia Secretaría Regional Ministerial, que consiste en generar una alianza público-privada para desarrollar un centro de pilotaje y escalamiento, que idealmente llegue a la fase TRL 9 (puesta en el mercado y despliegue), no solamente en Valparaíso, sino que también en San Antonio o San Felipe, “ese es un desafío que hay que estructurar, organizar y trabajar en conjunto”, concluyó.
Finalmente, cada participante tuvo la oportunidad de presentar su iniciativa, donde aparecieron nombres como Club R-Acciona, CINV, Biocargo, la Mesa de Digitalización Regional, Valparaíso Circular, Coline Data, The Lift PUCV y el Centro de Estudio del Trabajo y Factores Humanos, entre otras.
Cabe destacar que la Gobernanza del Ecosistema de Emprendimiento e Innovación de la región de Valparaíso, EIVA, trabaja de manera colaborativa con más de 80 organizaciones para vincular actores y levantar Iniciativas Masivas de Impacto Colectivo, donde trabajen en conjunto para acelerar el desarrollo del ecosistema regional, con el objetivo de posicionar a Valparaíso a nivel internacional con miras al año 2025.
Por CEAZA
En el Norte de Chile, en el Centro Científico CEAZA estudian las interacciones de la planta Tillandsia landbeckii (su nombre común es Calachunca) y microorganismos en un ambiente de alta radiación y sequía. Avances de investigación fueron dados a conocer en el Simposio ISME 18 desarrollado en Suiza.
Chile ofrece un gran laboratorio natural para estudios biológicos. Específicamente, en la zona de Caldera, Región de Atacama, el Laboratorio de Microbiología Aplicada del Centro Científico CEAZA ha estudiado a Tillandsia landbeckii o “Calachunca”, una planta de características muy particulares que ha logrado adaptarse para sobrevivir en condiciones extremas.
Recientemente, la Dra. Alexandra Stoll, líder del Laboratorio de Microbiología Aplicada del CEAZA expuso en ISME 18, uno de los encuentros más destacados a nivel internacional en materia de ecología microbiana. La especialista explicó que “nos enfocamos en estudiar las interacciones planta-microorganismos en un sistema naturalmente árido, lo cual tiene relevancia para comprender estas interacciones en el contexto de la tolerancia a la sequía en general. Usamos como modelo a Tillandsia landbeckii, una planta altamente adaptada a las condiciones extremas del desierto de Atacama, y su microbiota asociada”.
Adaptarse o morir
Las Tillandsias son plantas casi exclusivas del continente sudamericano que se adaptaron a vivir como epífitas, es decir, crecen apoyadas sobre los troncos o ramas de otras plantas o rocas, tanto en la selva subtropical como en el desierto. La Dra. Stoll detalla que “sus raíces únicamente las afirman en un lugar, mientras que sus hojas tienen estructuras especializadas para captar agua y nutrientes desde las precipitaciones o niebla. Además, estas plantas realizan la vital fotosíntesis en dos etapas (plantas CAM), abriendo sus estomas solo de noche, para reducir la pérdida de agua y capturar CO2”.
En el caso de la planta estudiada, Tillandsia landbeckii es una planta nativa del desierto de Atacama, que habita principalmente en dunas y cerros en Arica, Iquique y Caldera, donde está expuesta al paso regular de la neblina costera. Sin raíces se mantiene en un lugar, porque al crecer, el viento tapa los mismos tallos antiguos con arena y la afirma. Forma cojines individuales, que con los años se convierten en franjas que interceptan el paso de la neblina.
Microorganismos benéficos
Para adaptarse a las condiciones extremas en las que vive, la Tillandsia landbeckii cuenta con una comunidad de microorganismos que contribuye en diversas funciones. De acuerdo a la Dra. Stoll, el Laboratorio de Microbiología del CEAZA mediante técnicas de secuenciación masiva está caracterizando estos microorganismos. “Pudimos observar, que la comunidad microbiana asociada a las hojas de Tillandsia landbeckii contiene especies microbianas específicas, que no se encontraron en el suelo. Además, la composición y estructura de la comunidad microbiana en el suelo es diferente a la de la hoja, así como entre un día soleado y un día con neblina”.
Asimismo, la científica destaca el papel que cumplen los microorganismos en la nutrición de la planta. “En cuanto al rol funcional de los microorganismos, registramos un aumento en las funciones microbianas a mayor disponibilidad de agua (día con neblina, mayor altura en el cerro). Encontramos en general, funciones microbianas vinculadas al ciclo de nitrógeno y transporte de minerales, lo cual sugiere un aporte microbiano a la nutrición vegetal a partir de la neblina”.
Participación en ISME 18: Un reconocimiento a la investigación científica
ISME (International Society for Microbial Ecology) es una asociación sin fines de lucro en el campo de la Ecología Microbiana. Se define como una plataforma de conexión y comunicación, que también posee dos revistas científicas de alto reconocimiento (The ISME Journal, ISME Communications). Cada dos años, se organizan los simposios ISME, reuniones internacionales que abordan la amplia gama de temas en Ecología Microbiana.
El Centro Científico CEAZA fue invitado a participar en ISME18, realizado en Lausana, Suiza. La Dra, Alexandra Stoll indica que “recibimos adicionalmente un ISME Travel Award, lo que nos permitió asistir presencialmente al evento y presentar nuestra investigación en la conferencia “MS03.2 Plant microbial ecology”, organizada por Cara Haney (Canadá) y Claudio Valverde (Argentina). Poder participar en el ISME con una exposición es un reconocimiento y una gran oportunidad para presentar los resultados científicos ante un público internacional”.
La revalorización de descartes generados en la industria alimentaria nacional es una temática en la que el Centro Regional de Estudios en Alimentos Saludables, CREAS, se encuentra especialmente enfocado, considerando las problemáticas ambientales que nuestro planeta enfrenta en la actualidad.
Específicamente los residuos obtenidos a partir de la industria cervecera nacional cobran especial importancia, puesto que en su proceso productivo se generan cerca de 38 mil toneladas de bagazo, el descarte obtenido tras el prensado y filtrado del mosto de los granos de cebada.
Al finalizar su procesamiento, este residuo es dispuesto en vertederos o utilizado en alimentación animal, generando no solo un impacto en el medioambiente, sino que también un costo asociado a la disposición de esta materia.
Sin embargo, el bagazo cervecero se caracteriza por poseer compuestos bioactivos que pueden impactar positivamente en la salud de la población. Pero, ¿cómo se pueden recuperar desde este residuo?
Esta es la pregunta que Carmen Soto y Araceli Olivares, investigadoras de CREAS, buscan responder a través del proyecto FONDEF ID22i10292, titulado “Aplicación de una tecnología enzimática para la recuperación de biomoléculas de alto potencial comercial a partir del aprovechamiento integral del bagazo cervecero”.
La iniciativa busca desarrollar un proceso integral de bajo impacto ambiental, que permita la recuperación y estabilización de compuestos con actividad biológica desde el bagazo cervecero, el mayor descarte de la producción de cerveza. En específico, se apunta a obtener ácido ferúlico (AF) y arabinoxilanos (AX).
De acuerdo a Carmen Soto, directora del proyecto, el AF posee una actividad antioxidante “por lo que es factible que sea utilizado en el tratamiento de diversas patologías, como cáncer y enfermedades cardiovasculares”. Además, el compuesto “tiene propiedades anti-age, antimicrobianas y de antipigmentación, entre otras, lo que ha impulsado su uso en productos cosméticos”.
Por su parte, Araceli Olivares, directora alterna de la iniciativa, relata que los AX “forman parte de la fibra dietética, con actividad prebiótica y actividad sobre la respuesta inmune”, por lo que su uso generaría un beneficio generalizado en la salud de la población. “También posee buenas características tecnológicas para su aplicación en alimentos horneados”, cuenta Olivares, impulsando su consumo en la industria alimentaria.
Se espera que los extractos obtenidos a partir del desarrollo de este proyecto sean validados funcionalmente, para luego ser incorporados en el mercado a través de su uso en la formulación de alimentos y cosméticos, y que en un futuro se incorporen en un mercado en crecimiento para ambos productos.
En la sexta sesión del Comité de Coordinación Macrozonal, fueron presentadas las próximas actividades que integran la hoja de ruta construida durante el año 2021 y buscan robustecer el sistema de gobernanza en ciencia, tecnología, conocimiento e innovación (CTCI) en las regiones de Valparaíso y Coquimbo.
Con el foco en avanzar en las iniciativas que se están diseñando para implementar durante el segundo semestre del año 2022, el Nodo CIV-VAL convocó, de forma virtual al sexto Comité de Coordinación Macrozonal (CCM), conformado por el Seremi de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Macrozona Centro, Jorge Soto y representantes de las instituciones socias del Nodo, y del sector privado, quienes son los encargados de validar el trabajo del equipo ejecutivo como sugerir acciones a desarrollar.
Cabe recordar que el proyecto Nodo CIV-VAL es financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) y ejecutado por ocho instituciones de las regiones de Valparaíso y Coquimbo (PUCV, UV, UTFSM, ULS, UCN, CINV, CEAZA, CREAS), que trabajan en conjunto desarrollando acciones piloto para la aceleración del impacto territorial de la CTCi en la macrozona centro.
En la nueva sesión de comité, la directora del Nodo CIV-VAL y directora de la Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL-PUCV), Macarena Rosenkranz, presentó el trabajo realizado durante el primer semestre del año y comentó la incorporación estratégica de gestores tecnológicos al proyecto para potenciar la articulación territorial para futuras vinculaciones. También, se refirió a las sinergias llevadas a cabo con Explora Valparaíso, Explora Coquimbo, el Centro Regional de Investigación e Innovación para la Sostenibilidad de la Agricultura y los Territorios Rurales (Centro Ceres), el Centro Tecnológico para la Innovación Alimentaria (CeTA), la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), la Asociación Chilena de Periodistas y Profesionales para la Comunicación de la Ciencia (ACHIPEC) y otros actores que son claves en el ecosistema de ciencia y tecnología.
En cuanto a la instancia la directora del Nodo CIV-VAL comento que “es fundamental socializar con el CCM el trabajo que está realizando el Nodo donde, en el desarrollo de las distintas actividades, se van incorporando las valiosas recomendaciones que entregan quienes lo conforman. Por otra parte, es importante relevar la labor de articulación que está ejecutando el Nodo, lo que permite colaborar con actores estratégicos de la Macrozona Centro, que llevan a ir dando cumplimiento a nuestro objetivo que es acelerar el impacto territorial del conocimiento que se genera en ella”
Durante el encuentro, el director ejecutivo del Centro Científico CEAZA y miembro del Nodo CIV-VAL y del Consejo Asesor Presidencial de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Dr. Carlos Olavarría, destacó los elementos fundamentales de la Estrategia Nacional CTCi, que busca entregar las orientaciones de largo plazo a nivel país para un desarrollo sustentable e inclusivo, basándose en el conocimiento y la innovación. Y en esta línea, además, se refirió a la labor del Nodo en un futuro próximo: “El Nodo va a ser un ente muy importante en la promoción del desarrollo asociado a los consejos regionales y nuestra estrategia regional CTCi”, explicó Olavarría.
Finalmente para potenciar la retroalimentación entre los asistentes, se plantearon preguntas sobre la sustentabilidad del Nodo y las nuevas proyecciones, que dieron pie a una interesante conversación entre los participantes. En este sentido, el Seremi de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Macrozona Centro, Jorge Soto, hizo hincapié en la creación de valor del Nodo: “El Nodo CIV-VAL es importante en la generación de información y cómo ésta se conecta en la academia y al sector productivo para hacer una real conexión universidad-empresa y que funcione de manera virtuosa”.
Por su parte, la jefa de gestión de proyecto y nuevos negocios del Centro Regional de Estudios en Alimentos y Salud (CREAS), Caroline León, valoró que, “el Nodo se ha hecho cargo de levantar las capacidades de CTCi de cada región que conforman la macrozona centro y teniendo ese conocimiento valioso es más fácil ponerlo a disposición de quien lo necesita. Además, en este ámbito, se han dispuesto de gestores tecnológicos para vincular tanto las necesidades del sector productivo con las soluciones que el Nodo pueda proponer a través de las entidades que desarrollan ciencia, tecnología, conocimiento e innovación. En definitiva el Nodo debiese, en continuidad, hacerse cargo de la operatividad de lo que se está proponiendo en las estrategia de innovación”
Para los próximos meses, el Nodo CIV-VAL continuará trabajando para la aceleración del impacto territorial de la CTCi en la macrozona centro, específicamente en la ejecución de actividades experimentales que contribuyan a avanzar en la articulación de los distintos actores claves y públicos objetivos de las regiones de Valparaíso y Coquimbo.